Testimony file Dossier : Al encuentro de artesanos de paz en América Latina, julio - agosto 2003.

Quito, Ecuador, July 2003

Entrevista a Angélica Ordonez. Estudiante ecuatoriana

Los movimientos sociales en Ecuador a principios del siglo 21 y el rol del ejercito

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IRENEES

Quieres presentarte, por favor?

Angélica ORDONEZ

Me llamo Angélica Ordonez, soy ecuatoriana. Trabaje durante casi tres años en la Red Interamericana de Agricultura y Democracia que es una organización de una Red Internacional que esta ligada con otras organizaciones locales como el “Instituto de Estudios Ecuatorianos”, “Terra Nueva” y con otras organizaciones locales que ponían la gente y mucha inversión también: humana y económica. Durante esos tres años el trabajo que hice consistió principalmente en tratar de coordinar la red que se había formado, en una época en que no había vinculo electrónico, en el que nos comunicábamos principalmente a través de fax, y del teléfono.

Yo entro a ser la Coordinadora Electrónica de la red formada por diversas organizaciones desde Estados Unidos hasta Argentina, excepto Centroamérica, que tuvo una participación bastante débil. Más tarde estuve trabajando ahí mismo en el tema de los OGM (organismos genéticamente modificados) en la agricultura. Allí ya tuve un contacto directo con organizaciones campesinas e indígenas en el Ecuador y también con organizaciones ecologistas. Ese ha sido mi trabajo. Al mismo tiempo me he desempeñado como estudiante.

IRENEES

La población Indigena ecuatoriana ha participado siempre en el campo social, económico y político. En Ecuador ha habido un movimiento indígena desde hace mucho tiempo que en los anos noventa comenzó a manifestarse de manera fuerte sobre todo en el campo politico, sorprendiendo a muchos por sus alianzas con los militaires. Hoy varios lideres de este movimiento indigena participan al poder central en Ecuador ¿Como ves tu este movimiento?

Angélica ORDONEZ

Muchísimos paìses de América Látina son diversos en su población. En Ecuador diferentes étnias habitan el país, aunque el poder político y económico ha estado siempre en manos de los mestizos.

Yo veo que la situación del Ecuador es bastante esperanzadora en el sentido de que, a pesar de que hay una discriminación bastante fuerte, el grupo indígena a podido revertir una situación de desventaja hasta convertirse en el principal actor político de oposición desde los anos noventa.

El movimiento indígena empieza con la reivindicación de tierra, pero la tierra como factor de identidad no unicamente como factor socio-económico, y aliados siempre con la cuestión de ver la historia de otra forma no sólo desde el lado mestizo. Creo que han tenido un exito bastante grande sobre todo cuando comparamos con otras étnias ecuatorianas, por ejemplo los Afroecuatorianos. Esto tiene que ver con una situación más continental e incluso mundial porque estas organizaciones indígenas han contado con bastante apoyo externo. Probablemente la lucha no hubiera sido tan exitosa, a pesar de toda la fuerza y de todo el valor de las reivindicaciones, sin ese apoyo.

En general nos hemos movido por una idea del indígena que podríamos trazar desde siglos atrás (desde el Buen Salvaje, por ejemplo) y que ahora, desde los noventa, toma otra perspectiva porque es el indígena hablando por sì mismo y no con discursos hechos para ellos por el partido comunista, por benefactores o filántropos. Es una cuestión de la que ellos se han apropiado, elaborada por intelectuales indígenas que lograron estudiar, formarse como líderes, actuar como lideres y son ellos quienes van cambiando el panorama.

La situación actual del movimiento indígena me parece impredecible, no logro descifrar todavía lo que está sucediendo. El 21 de enero del 2000 el movimiento indigena se alió con los Militares. Los militares en Ecuador no han tenido la fama que tienen en Argentina, en Chile, en Bolivia o Brasil, aqui ellos tienen una imagen progresista, desarrollista màs bien. Pero en todo caso es un grupo al que siempre se le vìo como que daba el orden a una sociedad caótica, no se le veìa como un elemento represor de la sociedad, sino como un grupo poco corrupto, bastante claro en principios, nacionalista que iba defender los intereses del paìs.

Entonces cuando indigenas y militares se alìan en un levantamiento pacifico, emerge una esperanza, la esperanza de que era gente que se habìa formado y que conocía los problemas del Paìs. Eso porque tanto unos como otros están asentados en los màs lejanos rincones del paìs, porque realizan un trabajo importante de base. De lo que yo he visto y de la imagen que tiene la gente, los indigenas apararecìan como la ùnica esperanza, la única alternativa que quedaba frente a una sociedad que ya no creia en partidos políticos gobernados sólo por élites y que se basan sólo en sus propios intereses, en minúsculos intereses de estos grupos que siempre han estado en el poder. Entonces aparece como una nueva época. Yo pienso que después de ese levantamiento el Ecuador no volverá a ser igual y no porque los Militares hayan actuado si no porque el grupo indígena se instituyó como un actor relevante en la sociedad. Yo creo que era el grupo más relevante, el único que podía poner contrapeso al Gobierno y a un Gobierno que representa las élites ancladas en el poder desde hace siglos.

Sin embargo, ahora que ya han pasado algunos meses de gobierno, hay bastante decepción que se traduce en una campaña para desprestigiar tanto a Militares como a indígenas. Eso es obvio, no es nada nuevo y no es sorprendente que suceda así. Es la oposición que esta promoviendo esto. Pero creo que en realidad estos nuevos líderes se perdieron al alcanzar el poder. Me acuerdo una frase del senor Pierre Calame que decía que “si no se sabe gobernar en el momento en que se tiene el poder es muy difícil que se aprenda en la marcha”. Creo que es eso lo que ha sucedido.

Eso es lo que yo escucho en las principales criticas al presidente: una persona que se decía de izquierda, que lo primero que hizo fue hacer acuerdos con el FMI; una persona que se opuso a la corrupción, al privilegio de los banqueros, y por eso hicieron este levantamiento, y que ahora esta aliado otra vez con ellos; una persona que realmente no parece que tenía clara la película y no sabia como actuar.

Por otro lado, el movimiento indígena sigue participando en el gobierno, aunque con amenazas de dejarlo. Creo que en esas condiciones ellos tienen que ir haciendo su discurso más endeble, más conciliador de lo que era un discurso bastante radical, bastante opositor; Por eso en este momento yo no se qué creer. Quisiera creer que es un momento, porque en realidad es un momento de una larga historia de 500 años, que podrá tomar mil años para alcanzar una sociedad igualitaria, pero en todo caso es un momento bajo. No sé si es un error el haberse aliado, pero no creo que les favorezca mucho en este momento y he escuchado comentarios también de un analista que dice “ que la sociedad sobrevaloró a los Indígenas”. Yo no quisiera llegar a tanto pero creo que la gente puso esperanzas en algo que no tenía solidez, en un acuerdo sin raíces fuertes. Ahora, vamos a ver si pasan a formar parte de la oposición, lo curioso es que en todo esto la “sociedad mestiza” y la clase media brillan por su ausencia.

Por supuesto, se empieza a criticar tanto a Militares como a Indígenas pero no hay tampoco ninguna otra participación, y hay la pugna con las élites o con los que tenían antes el poder. Pero la participación activa y ciudadana, creo que se quedó un poco estancada porque el cambio de giro que tuvo el gobierno y los acontecimientos como se han venido dando fue un poco sorpresivo

IRENEES

Uno de los componentes más importantes de la sociedad ecuatoriana actual es el Movimiento Indígena, otro componente esencial es precisamente los Militares y el Ejercito. En América Latina de los años 60-70, el Ejército estaba visto como una fuerza de represión contra el comunismo, contra toda alternativa social. Desde Pinochet, en Chile, hasta Ríos Montt en Guatemala, el militar era un agente de represión que se burlaba impunemente de los derechos humanos: masacres, desaparecidos, etc… eran lo común. ¿ Cómo es posible que el Militar del Ecuador no entre dentro de este movimiento? Los militares del Ecuador tienen una mentalidad muy distinta a la de los Militares de los otros países Latinoamericanos, tienen otra ética, quieren ser constructores de Paz. Incluso hay algunos Militares que, recientemente, manifestaron un cierto espíritu utópico junto al movimiento indígena.

Angélica ORDONEZ

Yo estoy segura que los militares Ecuatorianos son distintos a los demás Militares, por las siguientes razones.

Primero hay un estrato, los Militares vienen de una clase media que busca el ascenso social. Yo veo esto en mi familia donde hay bastantes Militares (abuelo, papá, tío, primo, etc…). Es una alternativa que conjuga tanto una seguridad laboral como una educación superior. Esas dos cosas se combinan para que la carrera militar sea atractiva para gente de estratos medios.

En segundo lugar, dentro de la Institución militar creo que hay estos valores. También, hay mucho de nacionalismo con lo cual podríamos discutir pero, por ejemplo, durante la Dictadura de Rodríguez Lara, hay cosas que empezaron a cambiar. Hubo dos dictaduras en el Ecuador, y fue durante la primera que se nacionalizó el petróleo por ejemplo, entonces hay otra idea segun la cual el bienestar común debe prevalecer sobre los intereses privados. Los Militares tienen una visión de país, una visión nacional que se opone particularmente a las élites regionales que son muy fuertes en Ecuador. Por eso, en el caso de una pugna de poder, los Militares venían a representar el conglomerado de una Nación, una Nación que lucha por constituirse y que parece que no se logra solidificar, que se desarma.

En tercer lugar, yo no te voy a decir que ningún Militar ecuatoriano nunca ha matado, obviamente, y muchos habrán torturado, pero en relación a las otras dictaduras de Latinoamérica ni siquiera hay punto de comparacion, es tal vez porque realizan un trabajo de base. Yo lo viví mientras mi papá trabajó en otra ciudad del País, al Sur, en Riobamba. Se hacía trabajo con Indígenas, con las Organizaciones Indígenas, con las comunidades, para mejorar la infrastructura, entonces hay una noción de mejorar la calidad de vida, una noción bastante fuerte del bienestar comùn. Algo que fue criticado porque, por ejemplo, cuando yo conversaba con gente de ONG al respecto. Ellos atacaban a los militares por olvidar la negociación debido a su idea tan fija del bienestar comùn, por despreciar el debate, por no querer entender, incorporar nuevas ideas. Los militares pensaban sólo en el modo de ayudar a la mayoría de gente, ellos tienen una visión muchísimo màs pragmática que los responsables actuales del trabajo social y de ONG locales y extranjeras.

En ultimo lugar quisiera mencionar la ética, eso también fue una sorpresa. Nosotros pensabamos que con este gobierno los militares iban a ser un grupo más fuerte y al parecer no ha sido asi. Hay muchos Militares que han participado, o que tienen las mismas ideas que el presidente actual, y que simplemente no quieren participar del Gobierno. Se podría atribuir al hecho de que sea una cuestión de que el poder puede corromper a la gente que empieza a participar en él, pero no creo que la cosa sea tan simple como eso. En todo caso, no sé sí es una situación internacional que hace que tengamos casi nulo poder de negociación frente a otros países u otras fuerzas transacionales, pero en todo caso aparecemos como el desperdicio de una gran oportunidad, una oportunidad que los Militares no lograron consolidar. No tengo explicación, lo único que sé, es que el Presidente y su Gobierno no representan a todos y que siguen habiendo Militares que están en la oposición al Gobierno, que dan su versión, por ejemplo, del último levantamiento y que tienen sus propias propuestas.

En todo caso, los militares siguen siendo un actor bastante importante en la sociedad, y seguramente lo van a seguir siendo, lo que no sé es con que matices.

IRENEES

¿ Es posible identificar el movimiento indígena unicamente con criterios étnicos? ¿ Y cómo explicar el hecho que se haya asociado con otro grupo que se identífica por criterios socio-profesionales como los Militares? ¿ Este movimiento representa unas reivindicaciones que están mas relacionadas con cuestiones económicas, politicas y de justicia social, más que con cuestiones étnicas o militares?

Angélica ORDONEZ

Los Indigenas y los militares son dos grupos bastante disímiles que vienen a preocuparse por una causa común Es curioso respecto al movimiento indígena que empezaron no sólo a reclamar sus propias reivindicaciones sino que ya desde el levantamiento del 95 o del 99 empiezan a tener reivindicaciones en los que incluyen a toda la sociedad. Por supuesto, empezaron con la educación bilingüe, la repartición de tierras, una nueva reforma agraria. Eso desde antes de los noventas, pero a partir del 95 empiezan a oponerse a las políticas económicas del Gobierno.

Hay una frase del movimiento indígena que decía “nada sólo para los Indios”. ¿ Que quería decir eso? Que su propuesta política ya no se limitaba a su grupo, a defender intereses pequeños de comunidades. Recuerdo como gobiernos consecutivos trataban de dividir al movimiento dándoles latas de atún, cocinetas, creyendo que bastaba con un aporte material puntual. No obstante el movimiento estaba tan organizado que aceptaba por supuesto lo que les venía, pero seguía con su discurso y su acción política.

Entonces empiezan asombrosamente, para sorpresa de toda la población ecuatoriana, a reclamar por el fin del subsidio en el gas, las devaluaciones, la protección a los bancos, o el incremento de combustibles, que son políticas dictadas internacionalmente por el Fondo Monetario Internacional, y a hacer huelgas para esto, levantamientos inmensos para lograr estos objetivos.

Finalmente, son los únicos que hacen al gobierno sentarse a negociar y a firmar acuerdos que muchas veces no se cumplieron, pero es el único movimiento que lo pudo hacer. Ningún partido de izquierda, de derecha, de oposición, ningún grupo social lo había podido hacer, entonces es una sorpresa. Ahí está la esperanza de mucha parte de la sociedad mestiza en el movimiento indígena que va a defender también sus intereses.

Respecto a los Militares, los que tienen esta trayectoria de defensa de los intereses nacionales, de la sociedad entera, de la sociedad ecuatoriana, también tenían al interior toda una reflexión, discusión, debate, sobre la trayectoria que estaba tomando el Gobierno, las políticas que se estaban tomando al nível económico o relacionadas con la injusticia social. Entonces ellos empiezan también a oponerse y por eso confluyen casi naturalmente. Son dos partes de la sociedad tan distantes y a la vez en contacto desde hace años. Por eso digo que son dos grupos distintos trabajando juntos por un objetivo comun.

IRENEES

¿ Cuales crees tú que sean los desafíos principales para construir una sociedad pacífica en Ecuador en estos próximos años?

Angélica ORDONEZ

A Ecuador se le decía “la Isla de Paz”, creo que ya está perdiendo su nombre, pero por mucho tiempo se lo consideró un país pacifico entre países de conflictos sociales como Perú, Colombia, entre otros. Siempre se ha hablado a nivel de los medios de comunicación de que, por ejemplo, durante los levantamientos que hubo no ha habido muertos, la violencia no se dió nunca. Recuerdo que hubo un muerto por accidente pero no hubo una represión sangrienta como por ejemplo en Argentina en 2001, cuando paso lo de De la Rua que hubo muertos, que se le disparaba a quema ropa a la gente. Eso no ocurrió en Ecuador. Siempre nos jactamos de decir “aunque sea con corrupción, con acuerdos por debajo de la mesa, pero aqui no se muere, no se mata la gente”. Creo que las cosas han ido cambiando.

El gran desafío es lograr vivir en una sociedad igualitaria y para eso hay dos factores importantísimos: el étnico y el político-económico. Creo que las fuerzas regionales que están gobernadas por élites bien claras, establecidas, quieren mantener una desigualdad social. Es un país que tiene corporaciones, grupos pequeños que luchan por su cuota de poder y por ésto no se puede velar por una sociedad más extensa con más derechos. El problema es que, por un lado, estos grupos-élites, con pocos valores, sin ética, son grupos que siempre van a llevar el agua para su molino. No hay una visión de sacrificio, de poner el hombro, ni siquiera una visión de decir “porque existan consumidores, paguémosles mejor, dejémos de explotar tanto, dejémos de tener tantas injusticias”. Es una visión tan cortoplacista, tan reducida a su propio círculo que si esas élites siguen gobernando, creo que no vamos para ninguna parte.

Eso, por otro lado, provoca una desigualdad económica fuertísima, difícil de erradicar pero también una desigualdad de derechos políticos, que se siente y que la gente esta harta de vivir, que se conjuga a la vez con la parte de la discriminación étnica, flagrante en el Ecuador. No vemos a las etnias, tanto indígenas como a afroecuatorianos, como a mestizos, como a gente pobre, no los vemos como iguales, no se los ve con igualdad de derechos. Seguimos teniendo una visión de privilegiar lo blanco, lo extranjero, lo que no es nuestro. Mientras no haya una educación que pueda educar a las élites, para fomentar principios, valores, una ética de vida en la gente, mientras no haya una educación que pueda promover las diversas culturas que existen en el Ecuador como válidas, como importantes para nosotros, no creo que pueda haber paz.

Ecuador no es un país violento. Hay mucha violencia de tipo criminal, de mafias organizadas, por ejemplo de robo de autos, esa violencia sí existe, pero no hay una violencia social, no hay una guerra civil, y para que no exista creo que debe haber un consenso, un dialogo nacional real. No como los diálogos nacionales, las Asambleas constituyentes que hemos tenido en los que los grupos políticos siguen manteniendo su visión; la participación de mujeres, de indígenas, de minorías sigue siendo mínima; no se toman los temas de fondo. Debería haber como una radicalidad en las propuestas, en la negociación, un debate profundo que pueda darle a cada persona su puesto en la sociedad ecuatoriana.

Commentary

Posfacio

Esta entrevista realizada en el otoño del año 2003 corre el riesgo de quedar como extemporánea si no logro hacer algunas aclaraciones.

En la actualidad, el Movimiento Indígena ha roto sus relaciones con el gobierno. Todos los funcionarios que fueron colocados como cuota política renunciaron. Sin embargo, allí no terminaron los problemas. Muchos sectores de la sociedad criticaron al Movimiento Indígena por haber respaldado a un candidato en el que no confiaban por completo… o que por último, había dado muestras de inconsistencia en sus propuestas.

Ahora, aunque el Movimiento Indígena se separe del gobierno y pase a ser parte de la oposición, ya han quedado desprestigiados y muy desgastados. Van a pasar años antes de que puedan recobrar la fuerza que tuvieron en un momento dado.

El partido político del presidente actual (Sociedad Patriótica) tuvo un exceso en el gasto electoral. De ser, en un inicio, una campaña de puerta a puerta, en la segunda vuelta se transformó a una campaña millonaria, solo excedida por el magnate bananero Alvaro Noboa. ¿De dónde vinieron esos recursos? No se sabe a ciencia cierta. En estos momentos el Partido Izquierda Democrática le atribuye un origen del Partido de los Trabajadores de México. Bajo esa demanda quieren llamar al presidente a juicio político y destituirlo. Aunque el origen del dinero no sea México, dada las actuaciones de este gobierno que ahora protege a los banqueros deudores ante los que se opuso un día, es muy probable que los recursos hayan sido entregados por los grupos de poder tradicionales del Ecuador.

Varios sectores de la oposición están llamando a la revocatoria del mandato. Entre ellos se incluye el Movimiento Indígena. Pero ese reclamo no cala hondo. Cuando los partidos que se excedieron en el gasto electoral determinado por la ley fueron llamados a rendir cuentas, el Partido Sociedad Patriótica pagó la mitad de la multa y la otra mitad se la atribuyó a Pachakutik, partido político promovido por el Movimiento Indígena. Es decir, les atribuyeron la mitad de la responsabilidad en una alianza política bastante desventurada. Ese es el precio que está pagando el Movimiento Indígena.

Por otro lado, día a día, el grupo de militares que apoyan al gobierno se han evidenciado como uno de los grupos más corruptos que han gobernado. La idea de un grupo recto y respetuoso del bienestar común se ha desvanecido por completo, dando más bien una imagen de un grupúsculo poco preparado pero muy ambicioso del poder político. Sus muestras de ignorancia en el ámbito del gobierno han sido innumerables y flagrantes. Para colmo de males, sus alianzas con los partidos menos progresistas no muestran una perspectiva favorable para el país. Hace unas semanas el gobierno destituyó a la última funcionaria afín con el Movimiento Indígena. Wilma Salgado, al frente de la Agencia de Garantía de Depósitos, había logrado cobrar deudas de millones de dólares que causaron el descalabro bancario y que el Estado estaba ya resignado a perder. Era la funcionaria con más aceptación y apoyo popular. Ella misma, días antes de ser destituída recibió amenazas de estos grupos tradicionales (Partido Social Cristiano, en concreto) para que no continuara con sus tentativas. Ante su negativa de tranzar y bajo la acusación más infame (peculado) fue destituída de su cargo.

Creo que esa es la gota que ha derramado el vaso. Probablemente no podamos hablar ahora de un momento de esperanza o de construcción nacional. Lo que sí podemos decir es que las fragilidades del gobierno se están haciendo visibles en esta crisis, tal vez la peor crisis política luego de que asumieran el mando. Eso tal vez reste un poco de impunidad a los actos de este gobierno, que dio un vuelco rotundo a su supuesta línea filosófica. Sin embargo, no es claro si esta crisis política de un resultado relativamente positivo. Es muy factible que los grupos tradicionales salgan victoriosos una vez más y tomen el poder directamente y de una vez por todas. Solo el tiempo lo dirá.