Angélica Ordonez, Quito, February 2008
Relaciones cívico-militares
Agenda actual de las Fuerzas armadas en América latina.
Keywords: | | Ecuador | Latin America
Ref.: “Fuerzas Armadas, Desarrollo y Democracia”, capítulo “Relaciones Cívico-Militares en América Latina”, de Gabriel Aguilera, Quito, ILDIS, CELA, ABYA-YALA, Academia de Guerra de la Fuerza Terrestre, 1996.
Languages: Spanish
Document type: Book
Dados los cambios a nivel global en los últimos tiempos, especialmente después de la Guerra Fría, las Fuerzas Armadas de Latinoamérica atraviesan una etapa de redefinición de actividades en sus respectivas agendas. Anteriormente la existencia de las Fuerzas Armadas se justificaba primordialmente por la defensa del territorio y la soberanía ante ataques armados extranjeros e internos, justificativos propios de la Guerra Fría. Hoy en día, sin embargo, la búsqueda principal de las Fuerzas Armadas es la de una conservación y consolidación institucional y de espacios de poder. A continuación se hace un breve recuento de los temas que se incluyen en las nuevas agendas de las Fuerzas Armadas latinoamericanas.
I. Combate al narcotráfico
El problema del narcotráfico no tiene sólo que ver con la producción (que se da mayormente en América Latina), sino, de manera especial, con la demanda y consumo de los países desarrollados. Esta problemática se considera como una amenaza a la seguridad y, por consiguiente, constituye una nueva tarea para las Fuerzas Armadas.
El problema en esta inclusión es que se puede generar una confusión entre las misiones militares y las policíacas. Al asumir una tarea de índole policíaca, los ejércitos legitiman un rol interventor en un campo que no debería ser de su jurisdicción. No obstante, y dado que el narcotráfico genera mecanismos de poder capaces de confrontar a un Estado y corromper a la sociedad y al gobierno, las Fuerzas Armadas deben combatir esta amenaza de primer orden a la seguridad y estabilidad democrática.
II. Los problemas ecológicos
Normalmente la destrucción de ecosistemas suele considerarse un tema que le corresponde a la seguridad civil; sin embargo, algunos ejércitos han tomado esta problemática como una nueva tarea militar. Partiendo de esta idea, algunos ejércitos tienen grupos de soldados que se dedican a la reforestación y que mantienen “granjas militares” para la producción de alimentos. Aunque no exista una justificación clara para la inclusión de este tema en la agenda militar, ejércitos como el hondureño llevan a cabo estas actividades pro-ecologistas.
III. Tareas de Desarrollo
“Aunque la asunción por los militares de tareas de desarrollo ha formado parte tradicional de sus ocupaciones en la forma de “acción cívico-militar”, eso se estudia como una forma de contrainsurgencia, complementaria a las acciones bélicas.” (p. 39)
Hoy en día, aunque no existan conflictos armados internos, las Fuerzas Armadas han asumido actividades como parte de su quehacer regular, entre las que cabe resaltar la construcción de infraestructura, la dotación de agua, el servicio de salud, e incluso, los servicios de educación. Estas tareas se justifican porque el desarrollo es una necesidad prioritaria que debe ser atendida utilizando todos los recursos humanos y materiales del Estado.
IV. Violencia Social
“Una modalidad de la violencia social es la resultante de procesos de desmovilización sin mecanismos adecuados de reinserción, que se dan en países que concluyen conflictos internos o que reducen muy rápidamente sus efectivos militares, lo que puede generar el surgimiento de movimientos en armas sin bandera ideológica.” (p. 40)
Dado el aumento de la inseguridad ciudadana y la incapacidad de la policía para enfrentarla, algunos ejércitos combaten también la delincuencia y otras manifestaciones de violencia social. Esta participación de las Fuerzas Armadas combatiendo la violencia social se da, de forma especial, en aquellos países que han vivido una transición a la democracia. En los regímenes dictatoriales y autoritarios, los grupos policiales son puestos bajo autoridad militar y es en la transición cuando las autoridades civiles deben recuperar a ese grupo policial, demostrar su capacidad de manejo del mismo, y garantizar la seguridad ciudadana.
V. Funciones de Defensa Nacional
La defensa del territorio y su soberanía sigue siendo la función tradicional de las Fuerzas Armadas. No obstante, y debido a que los sistemas de cooperación e integración se van extendiendo en América Latina, las disputas fronterizas y conflictos armados entre países latinoamericanos son cada vez más reducidos.
Por razones ideológicas hay aún guerras internas en ciertos países. La función del grupo militar en estos casos sigue siendo también su resolución por la vía negociada o su extinción.
VI. Participación en Operaciones Colectivas
Una nueva misión de las Fuerzas Armadas ha sido la intervención en operativos pro-paz de las Naciones Unidas o de la OEA. Las Fuerzas Armadas argentinas, por ejemplo, tuvieron presencia en la Guerra del Golfo, mientras que las venezolanas han participado en las operaciones de las Naciones Unidas en Centroamérica, entre otros casos.
VII. Atención a situaciones de desastre
La intervención militar también se da en casos de terremotos, huracanes, inundaciones y otras catástrofes naturales. Estas acciones de intervención se deben entender como el uso de todos los recursos del Estado para solucionar, contener y aliviar las situaciones de desastre.
VIII. Integración a mecanismos de cooperación militar regional
Con la variación en los intereses de Estados Unidos hacia América Latina, se ha replanteado la creación de nuevos mecanismos latinoamericanos de seguridad colectiva, con el objetivo central de prevenir y controlar los conflictos regionales y permitir el intercambio de experiencias y la cooperación mutua en lo que se refiere a doctrinas, técnicas y armamentos, así como a la integración de industrias militares. Con respecto a este último tema (industrias militares), vale recalcar que la presencia de algunos ejércitos en el sector productivo es marcadamente fuerte, ya que poseen un conglomerado de empresas financieras, industriales y comerciales. Esto responde, en muchos casos, a la búsqueda de recursos de autosustentabilidad, en la medida que la reducción del presupuesto del Estado tiende a provocar en los ejércitos reducción de personal, de equipamiento e incluso de preparación.
Concluyendo, y luego de pasar esta breve vista general sobre los nuevos temas que se incluyen en las agendas de las Fuerzas Armadas latinoamericanas, se puede afirmar que “la definición de agenda militar no debe plantearse como una búsqueda de nuevas funciones que justifiquen un rol, sino como aprovechamiento racional de los recursos humanos y materiales que se asignan a las Fuerzas Armadas, vistas las necesidades del país.” (p. 44)
Commentary
Como algunas de las fichas de este dossier, se plantean los nuevos roles de las Fuerzas Armadas, ahora que los conflictos limítrofes en América Latina han estado casi en desaparición total. Más bien, como fruto de las condiciones actuales del mundo global, amenazas como el narcotráfico, la destrucción de recursos naturales, conflictos regionales, o el surgimiento de grupos armados dentro del país, generan nuevas tareas para los militares. En el caso específico del Ecuador, se ha estado planteando el repliegue militar en el ámbito del desarrollo y su enfoque en actividades de defensa, como la protección de la frontera colombo-ecuatoriana, amenazada por incursiones militares colombianas y de las FARC. Sin embargo, estos nuevos roles siguen en debate. Esperemos que las nuevas actividades de las Fuerzas Armadas se apliquen a construir puentes militares-ciudadanos y que se fortalezca su aporte a la paz del Ecuador y la región.
Notes
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El texto se cita literalmente en las tres ocasiones señaladas (pp. 39, 40 y 44).
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Los contenidos de la presente ficha han sido tomados del libro “Fuerzas Armadas, Desarrollo y Democracia”, capítulo “Relaciones Cívico-Militares en América Latina”, de Gabriel Aguilera.