Francisco De Roux, Colombia, September 2006
Pertinentes del Magdalena Medio. Experiencias de lucha por la verdad, la justicia y la reconciliacion
Keywords: Colombia
La Comisión Intersectorial de Barrancabermeja
El 14 de septiembre, en un escenario de coraje y valor civil en el que se confrontaron informaciones, análisis de la realidad y testimonios, tuvo lugar la reunión de la Comisión Intersectorial, que reúne :
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Al Espacio de Trabajadores y Trabajadoras de Derechos Humanos ;
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Las organizaciones regionales que dan prioridad a la protección de la vida y los derechos humanos ;
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Las instituciones locales y nacionales.
Estuvieron allí :
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La Diócesis de Barrancabermeja ;
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La Asociación Campesina del Valle del Río Cimitarra ;
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La Federación de Agricultores y Mineros del sur de Bolívar ;
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Las diversas organizaciones de desplazados ;
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La USO y los principales sindicatos de la ciudad, incluida la nueva organización sindical que hay en el petróleo ;
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Los desmovilizados de las Autodefensas.
Se contó con la presencia :
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Del Vicepresidente de la república ;
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El alcalde ;
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El gobernador encargado ;
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La fiscalía y la procuraduría nacional ;
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Altos mandos del ejército y la policía ;
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Los embajadores de Canadá y México ;
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Representantes de la Unión Europea ;
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La Misión de la OEA para la desmovilización de las autodefensas ;
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La Oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas ;
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Representantes diplomáticos de Estados Unidos, Suecia y Suiza. Igualmente participaron la Consejería de Proyectos, Christian Aid, ACNUR y, como acompañantes de líderes, las Brigadas Internacionales de Paz.
De esta manera se reactivó la Comisión Intersectorial que había quedado en suspenso desde hace más de treinta meses, en un período en el que hubo iniciativas institucionales para crear espacios distintos de diálogo que no tuvieron la capacidad de convocatoria y transparencia que tiene la Comisión.
La restauración de la Comisión fue el fruto de un esfuerzo tenaz del Espacio de Trabajadores y Trabajadoras de Derechos Humanos. El logro más importante del evento fue fortalecer a la misma Comisión como espacio de diálogo y concertación sobre los grandes asuntos que tocan la integralidad de los derechos humanos y el establecimiento de una reunión mensual que será acompañada cada tres meses por las instancias nacionales.
La reunión fue un esfuerzo colectivo de decir la verdad como cada una y cada uno la ve, y demostró que el Magdalena Medio está preparado para hacerlo, contrariamente a las opiniones que afirman que Colombia no está madura para enfrentar la verdad.
Si queremos la paz tenemos que llegar a la reconciliación. La reconciliación es un acontecimiento gratuito, que se da cuando los que se han odiado hasta la muerte deciden libremente empezar de nuevo a construir juntos. Nadie puede ser obligado a reconciliarse. Lo que si es posible es poner las condiciones para que acontezca la reconciliación, y estas condiciones son la verdad, la justicia, y la reparación.
La primera condicion es la verdad : objetivo central de la Mesa Intersectorial de Barrancabermeja. Sabemos que la primera víctima del un conflicto armado es la verdad. Los historiadores de los conflictos lo demuestran. Más aún la principal causa por la cual el conflicto colombiano se ha perpetuado más de 50 años es porque se perpetúa la mentira sobre los asuntos que más nos hieren ; porque cada vez nos decimos mentiras más grandes, porque llegamos a creernos las mentiras Las mentiras nos evitan enfrentar los problemas, y como no encaramos los problemas estos llegan a ser espantosos hasta llevarnos a crisis humanitarias que nuestras propias mentiras niegan.
La reunión puso en evidencia que no queremos seguir siendo ingenuos sobre la verdad. En las ciencias sociales ha terminado el mito de los datos, « the mith of the given ». Sabemos que los datos no son la verdad. Sabemos que llegar a la verdad es mucho más difícil que presentar el listado de muertos de las organizaciones de derechos humanos y presentar el listado de la policía. Que los datos de uno y de otro lado son solo el punto de partida para nuestra búsqueda colectiva que tiene que ser audaz, desinteresada, libre, únicamente llevada por el respeto a la dignidad del ser humano.
La reunión también puso en evidencia las posiciones ideológicas distintas, las posiciones éticas distintas, las alianzas distintas que nos separan en el Magdalena Medio. Tener la libertad y la capacidad de decirnos lo que pensamos en asuntos crudos en los que el silencio se impuso con las armas, y constatar que podemos escucharnos, muestra que entre nosotros no valen los argumentos de autoridad y que la única alternativa que tenemos es recibir cuidadosamente los puntos de vista de los demás, presentar los nuestros, y esperar en el respeto que surja en nuestras diferencias, en la confrontación sincera y respetuosa, una respuesta colectiva que valga para todos y todas, con la que podamos comprometernos juntos. Porque el objetivo de la Comisión Intersectorial no es simplemente confrontar nuestros puntos de vista sino hallar la verdad que nos satisfaga a todos y en medio de la tensión y del conflicto poner en acción las soluciones que permitan el acontecer de la reconciliación.
Los embajadores de Canadá y Argentina nos dieron un aporte valioso al expresar el respeto que les producía una reunión donde todo el mundo hablaba con sinceridad y sin miedo. El embajador de Argentina fue particularmente explícito. Contó que el había sido militar en los tiempo terribles cuando los militares se creyeron los salvadores y en nombre de la “civilización cristiana” desaparecieron a más de treinta mil personas en el país austral. Y luego dijo : “Si en Argentina hubiera habido espacios de diálogo como los de esta Comisión de ustedes nunca habría ocurrido esa catástrofe”.
La masacre del 16 de mayo
El crimen colectivo ocurrió en 1998. Los habitantes de Barrancabermeja tenemos la imagen de esa noche en que los paramilitares mataron a 7 personas en la comuna 7, la comuna de la Ciudadela Educativa, y se llevaron a la fuerza a 25, arrancándolas de las manos de sus hijos y esposos. Nunca se volvió a saber nada de los que se llevaron. Los vecinos llamaron insistentemente a la policía mientras estaban ocurriendo los hechos y la policía no actuó. El camión macabro salió sin problemas de la ciudad aunque la policía y el ejército recibieron la información de la población. El reten militar que estaba en el Llanito dejó pasar a los victimarios con sus víctimas. La ciudad, y sobre todo los sectores populares de la ciudad lloraron el hecho. Todos tenemos el recuerdo del sepelio, frente a la sede de la USO. La misa presidida por Monseñor Jaime Prieto y en la calle los ataúdes vacíos que tenían sobre la tapa la foto de cada uno y cada una de las desaparecidas. Luchadores nacionales e internacionales de Derechos Humanos, ante las dimensiones del crimen de lesa humanidad, llegaron para establecer un juicio de responsabilidades. Testimonios significativos afirman que Camilo Morantes fue el autor de la masacre. Morantes era un paramilitar que actuaba desde el cuartel general de las autodefensas en San Rafael de Lebrija (a 50 kilómetros por vía pavimentada hacia el norte de Sabana de Torres. Morantes fue asesinado a finales de 1999 por los grupos de Carlos Castaño que buscaban la hegemonía en la región. Pero Morantes no actuó solo. Sin la complicidad y la facilidad, sin la acción y la omisión de los cuerpos de seguridad del Estado la masacre de Barrancabermeja no hubiera sido posible. Este es el crimen impune que quedó a la base de los asesinatos posteriores, los del año 2000, cuando cada día se mataban 3 y 5 personas en impunidad total. En estos tiempos de la verdad, la justicia y la reconciliación este crimen da Barrancabermeja, perpetrado por autodefensas paramilitares está como un desafío de clarificación, como una pregunta sin respuesta por la transparencia.
La ceremonia del lunes pasado fue profunda, espiritual y sobria. Estaban los familiares de los muertos y desaparecidos y un grupo relativamente pequeño de acompañantes. No más de 200 personas. De nuevo presidió Monseñor Jaime Prieto. Pidió que los difuntos y los desaparecidos y las familias pudieran encontrar el descanso de la paz. Valoró la madurez de una ciudad que mantienen viva la memoria y sigue trabajando por la verdad, la justicia y la reconciliación.
Mecanismos que dificultan la verdad
El procedimiento actual de los desertados y desmovilizados que se utilizan para señalar personas y se pagan como testigos en procesos judiciales es un escenario propicio para continuar acumulando mentiras. Allí las personas no tienen la libertad que se necesita para decir la verdad. Las arrastra la necesidad de ser protegidas y la motivación de conseguir la recompensa. Se someten al argumento de autoridad y afirman lo que la autoridad quiera que afirmen. Una autoridad que es parte del conflicto y busca resultados. Tres líderes campesinos de Micoahumado están así en la cárcel desde hace un año, acusados por exguerrilleros llevados por el ejército a declarar. ¿Para qué hacer eso contra un pueblo que quiere la paz? ¿Por qué quiere el ejército perder el corazón del pueblo de Micoahumado?