Ficha de testimonio Dossier : Al encuentro de artesanos de paz en América Latina, julio - agosto 2003.

Chiapas, Mexico, agosto 2003

Entrevista a Marina Pages, del Servicio Internacional para la Paz (SIPAZ)

El trabajo del SIPAZ por la paz en la region de Chiapas, Mexico

Keywords: La opinión pública, factor de paz | Métodos de evaluación de la paz | Formación de líderes sociales para la paz | Resistencia civil y pacífica a la guerra | Respeto de los Derechos y resistencia a los ataques en contra de la paz | Ciudadanos mexicanos por la paz | Medias | Iglesia católica | Sipaz (Servicio internacional por la paz) | Buscar la paz. Actuar para la paz en una situación de guerra. | México | Chiapas

IRENEES

Puede presentarse y presentar el SIPAZ, por favor?

MARINA PAGES

El « SERVICIO INTERNACIONAL PARA LA PAZ » (SIPAZ) es un programa de observación internacional creado en 1995, después del levantamiento zapatista en el1994, para monitorear el conflicto de Chiapas, México. SIPAZ apoya la búsqueda de soluciones pacíficas y la construcción de una cultura de paz, diálogo y tolerancia entre todos los actores involucrados en el conflicto. Al mismo tiempo, SIPAZ exhorta a la comunidad internacional a examinar detenidamente sus relaciones con México, así como su responsabilidad en la construcción de mayor justicia económica, social y política en el orden internacional.

El equipo internacional de SIPAZ en Chiapas:

· Mantiene comunicación con todos los actores involucrados en el conflicto de Chiapas, a fin de reforzar las condiciones que hagan posible la búsqueda de soluciones no violentas

· Sirve como un recurso objetivo y creíble de información y análisis del conflicto, para mantener la atención de la comunidad internacional y reforzar su apoyo a la construcción de una paz con justicia en Chiapas/México.

· Provee presencia internacional y acompañamiento como fuerza disuasiva ante los abusos y violaciones de los derechos humanos en las zonas y momentos de mayor conflicto.

· Refuerza las capacidades de los actores locales para la construcción de la paz con justicia a través de talleres, teatro de títeres, cursos y otros espacios de diálogo, encuentro y reconciliación a nivel de las comunidades y organizaciones divididas por el conflicto.

Promueve el intercambio con otros procesos de construcción de paz con justicia para un nuevo orden internacional, apoyando el trabajo en redes y la participación en encuentros regionales e internacionales

LA ESTRUCTURA DE SIPAZ

El Equipo. SIPAZ tiene una oficina en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México. El equipo está conformado por un grupo de voluntari@s procedentes de diferentes países. Hemos tenido miembros originarios de Francia, Países Bajos, Alemania, España, Perú, Uruguay, EEUU, Canadá, Italia y Ecuador, además de México. Los voluntarios se comprometen a trabajar por lo menos un año con SIPAZ. El trabajo se divide en las siguientes áreas: información, acompañamiento internacional, diálogo interreligioso, educación para la paz y promoción internacional.

La informacion.. SIPAZ ha desarrollado relaciones con un amplio espectro de actores sociales y políticos, líderes del movimiento popular, autoridades oficiales, líderes religiosos, ONG´s mexicanas, prensa internacional, miembros de los diferentes cuerpos diplomáticos residentes en México, convirtiéndose así en un referente objetivo y respetable para conocer de primera mano el pasado y el presente del conflicto de Chiapas. El equipo de SIPAZ produce un Informe trimestral así como acciones urgentes y artículos que son publicados o se difunden a través de Internet o de la prensa escrita. También recibe a visitantes y delegaciones en sus oficinas.

El acompanamiento. SIPAZ provee presencia y acompañamiento permanente especialmente en las comunidades indígenas de la Zona Norte de Chiapas y del municipio de Chenalhó, regiones donde se ha sufrido mayor violencia y donde un gran número de desplazamientos internos se produjeron como consecuencia de ella. Las consecuencias de la guerra después de varios años de conflicto son evidentes: presencia militar permanente, amenazas de muerte, temor, rumores, comunidades enteras desplazadas, emboscadas, asesinatos y en resumen un tejido social profundamente quebrado.

Trabajando en tales circunstancias SIPAZ intenta ser muy cauteloso para evitar el riesgo de aumentar tensiones en lugar de reducirlas. Por ello, aquí como en otras partes, el equipo de SIPAZ es cuidadoso a la hora de cultivar una gran variedad de contactos entre los distintos actores: dirigentes del partido oficial, fuerzas de oposición, grupos paramilitares, sectores de las iglesias, fuerzas de seguridad etc. Muchos de ellos no tienen contacto entre sí por lo que, la presencia de SIPAZ puede servir como puente para crear espacios de diálogo entre ellos y por tanto frenar las posibles violaciones de los derechos humanos. SIPAZ constituye una forma de presión constructiva sobre los actores para aceptar la necesidad de diálogo, reconocer su viabilidad y convertirlo en una realidad.

El proyecto Títeres. Desde finales de 2002, SIPAZ tiene un proyecto de Títeres en cooperación con una ONG Mexicana, Alianza Cívica Chiapas. Los obras de títeres tratan sobre la reconciliación y la necesidad del respeto a la diversidad en su sentido más amplio: religiosa, política o cultural. El grupo de títeres ha venido presentando sus obras en comunidades caracterizadas por una fuerte división social y, después de las obras, invita a toda la gente a reflexionar los problemas existentes en su comunidad.

El dialogo intereligioso. SIPAZ busca fortalecer lazos entre los representantes de distintas iglesias presentes en las zonas de conflicto, participar en encuentros ecuménicos, buscar oportunidades para promover la cooperación ecuménica en el ámbito local y en los ámbitos ecuménicos internacionales.

A nivel local, estamos desarrollando un proyecto ecuménico de intercambio y formación entre las Comisiones de Paz en Nicaragua y líderes religiosos del municipio de Chenalhó. En esta zona, la violencia culminó con la masacre de Acteal en 1997. 45 miembros de Las Abejas, un grupo indígena pacifista cuyos miembros son en su mayoría católicos fueron asesinados. Un número importante de los acusados de esa masacre eran evangélicos.

El encono religioso exacerbado después del levantamiento de 1994 ha sido presentado muchas veces como el trasfondo de la conflictividad que lacera Chiapas. Pero en Chenalhó como en otras partes, esta situación la mayoría de las veces encubre intereses económicos y políticos de algunos sectores.

Por ser una coalición compuesta de muchos grupos basados en la fe, SIPAZ siempre ha considerado que más que una fuente de conflictos, la religión puede ayudar a propiciar el acercamiento entre actores. El objetivo del proyecto de pasantías es ofrecer espacios de intercambio, reflexión y formación que refuercen las capacidades de los líderes religiosos de Chenalhó para que ellos mismos puedan jugar un papel positivo en la reconstrucción del tejido social de las comunidades indígenas divididas del municipio.

La educacion para la paz. SIPAZ mantiene un programa para fortalecer las capacidades locales hacia la construcción de la paz, especialmente a través de talleres sobre temas de transformación de conflictos y de derechos humanos. Partimos de la necesidad de entender la paz no sólo como ausencia de violencia si no también la realización efectiva de la justicia económica, política, social y cultural lo que implica el respeto de los derechos humanos.

Desde los finales de 2000 SIPAZ es parte de la Red por la Paz, un espacio de acción y reflexión que busca apoyar procesos de reconciliación y paz a nivel de las organizaciones y comunidades en Chiapas. Dicha Red ha venido organizando varios Encuentros sobre Experiencias comunitarias de Reconciliación y Paz (2001, 2002 y 2003), así como un Foro sobre Autonomías (agosto de 2003)

Lo internacional. SIPAZ esta relacionándose con varias redes y organizaciones a través del mundo. SIPAZ comparte con muchos colegas la convicción de que podemos y debemos desarrollar estructuras efectivas y practicas para prevenir los conflictos violentos, reducir su alcance cuando estos ocurren y reconstruir el tejido social dañado como consecuencia de ellos. Esto significa participar en foros y encuentros regionales, continentales e internacionales. Estos esfuerzos tiene como meta el fortalecimiento del rol crucial de la comunidad internacional, proveyendo una fuente de información y análisis creíbles, y abogando en coyunturas criticas a favor de los esfuerzos de paz y en defensa de los derechos humanos.

La Junta Directiva está compuesta por miembros de las organizaciones que forman parte de la coalición y por tanto también son personas de diferente países.

SIPAZ, una COALICION

SIPAZ es una coalición en este momento de alrededor de 50 organizaciones de América Latina, El Caribe, Europa, Canadá y Estados Unidos.

Asociación Cristiana de Jóvenes de Argentina (Buenos Aires, Argentina)

Baptist Peace Fellowship of North America (North Caroline, EEUU)

Benedictine Sisters of Erie (Pennsylvania, EEUU)

Buddhist Peace Fellowship (California, EEUU)

Capacitar (California, EEUU)

CAREA (Berlin, Alemania)

Carolina Interfaith Task Force on Central America (North Caroline, EEUU)

Catholic Conference of Major Superiors of Men´s Insitutes Peace and Justice Committee (Washington DC, EEUU)

Centro Memorial Dr. Martin Luther King Jr. (La Habana, Cuba)

Christian Peacemaker Teams (Illinois, EEUU)

Church of the Brethren (Illinois, EEUU)

Dominican Sisters of San Rafael (California, USA)

Ecumenical Program on Central America & the Caribbean (Washington DC, EEUU)

Episcopal Peace Fellowship (Washington DC, EEUU)

Fellowship of Reconciliation (New York, EEUU)

Franciscan Friars, Santa Barbara Province (California, EEUU)

Franciscan National Justice, Peace and Ecology Council (Washington DC, EEUU)

Global Demilitarization (New York, EEUU)

GRM/Mayan Ministries (Illinois, EEUU)

Global Exchange (California, EEUU)

IF (California, EEUU)

Iniciativa Ecuménica Oscar Romero (CIPFE, Montevideo, Uruguay)

International Committee for the Peace Council (Wisconsin, EEUU)

International Fellowship of Reconciliation (Alkmaar, Países Bajos)

Justapaz (Bogota, Colombia)

Justicia y Paz (Cuenca, Ecuador)

Kentucky Interreligious Taskforce on Central America (Kentucky, EEUU)

Leadership Conference of Women Religious (Washington DC, EEUU)

Loretto Community Latin America/Caribbean Committee (Colorado, EEUU)

Marin Interfaith Task Force on Central America (California, EEUU)

Maryknoll Office for Global Concerns (Washington DC, EEUU)

Michigan Peace Team (Michigan, EEUU)

Movimiento Ecuménico de Derechos Humanos (Buenos Aires, Argentina)

National Benedictines for Peace (Pennsylvania, EEUU)

Pax Christi (Pennsylvania, EEUU)

Pax Christi International (Bruselas, Bélgica)

Peace Brigades International (Londres, Inglaterra)

Peaceworkers (California, EEUU)

Presbytery of Chicago (Illinois, EEUU)

Religious Task Force on Central America and Mexico (Washington DC, EEUU)

Resource Center for Nonviolence (California, EEUU)

Servicio Paz y Justicia en America Latina (Montevideo, Uruguay)

Sojourners (Washington DC, EEUU)

Southeastern Yearly Meeting of the Religious Society of Friends (Quakers) (Florida, EEUU)

Strategic Pastoral Action (SPAN) (New York, EEUU)

Unitarian Universalist Service Committee (Massachusetts, EEUU)

War Resisters League (New York, EEUU)

Washington Office on Latin America (Washington DC, EEUU)

Western Dominican Province (Arizona, EEUU)

Witness for Peace (Washington DC, EEUU)

LA JUNTA DIRECTIVA

Está compuesta por miembros de las organizaciones que forman parte de la coalición y por tanto también son personas de diferente países.

Luisa Palmer, Presidente, Estados Unidos

Lan R. Richart, Tesorero, Presbiterio de Chicago, Estados Unidos

Lee McKenna Ducharme, Secretaria, Fraternidad Bautista de Paz en América del Norte, Canadá

Juan Angel Gutiérrez, Fraternidad Bautista de Paz, Nicaragua

José Astudillo, Corporación Justicia y Paz, Ecuador

Gustavo Cabrera, Servicio Paz y Justicia en América Latina, Costa Rica

Rev. Denise Griebler, Ministerios Mayas, USA

Marina Pages, Coordinadora del equipo de SIPAZ, Chiapas, México

Osvaldo Ullrich, Movimiento Ecuménico de Derechos Humanos, Argentina

IRENEES

Mexico es un pais de contrastes asombrosos. Incluso se habla de dos Mexicos, el del Norte y el del Sur. Crée usted que esta division sea pertinente ?

MARINA PAGES

Actualmente México sigue siendo un país de contrastes asombrosos como sucede en casi todo el resto de latinoamérica y, progresivamente, en el resto del mundo. Es cierto que el Norte es una región más industrializada y desarrollada mientras que el sur sigue siendo fundamentalmente agrícola. Pero esto no quiere decir que en el Norte no existan zonas y pueblos marginados, o que en el Sur no existan ciudades con barrios residenciales. Por lo general en todo México, norte y sur, los pueblos indígenas y campesinos viven en situaciones y contextos de pobreza y marginación puesto que cada vez más las políticas económicas a nivel internacional han afectado en gran medida el precio de sus productos y los ha imposibilitado para competir con las grandes multinacionales que comercian sus mismos productos.

El factor económico, unido a la discriminación que por siglos han sufrido los pueblos indígenas y campesinos, hace que podamos encontrar en distintas latitudes de México contextos de pobreza muy semejantes y conflictos con las mismas causas. El hecho de que los Estados del Sur de México sean en un mayor porcentaje de población indígena y campesina aumenta el grado de conflictividad social con respecto a otros estados del norte y genera que se puedan provocar movimientos político-sociales como el neozapatismo, o grupos guerrilleros como el EZLN o el EPR en Oaxaca.

IRENEES

En 1994 el " ejercito zapatista de liberacion nacional " se levanto en armas en la region de Chiapas, como cree usted que los mexicanos miran este movimiento ? cual es su opinion personal?

MARINA PAGES

La reacción de los mexicanos respecto al movimiento zapatista es heterogénea, mucho más teniendo en cuenta las grandes dimensiones territoriales de México. El zapatismo logró aglutinar a su alrededor a numerosos colectivos sociales desde estudiantes, maestros, intelectuales, campesinos, indígenas, amas de casa, profesionales, pero sobretodo aquellos que deseaban un cambio democrático real en México. Dentro de estas personas se pueden entender tanto a quienes llevaban décadas de lucha para que existiera un verdadero respeto de los derechos civiles y políticos en México, como quienes más bien esperaban que surgiera una alternativa que les hablara de otra sociedad, de otra forma de organizarse, quizás una nueva ideología, o más bien un nuevo pensamiento que les permitiera sentirse incluidos en el proyecto del estado-nación.

Por ello, cuando se produce el alzamiento zapatista, gran cantidad de mexicanos salieron a la calle a pedirle al gobierno un alto al fuego y respondieron rápidamente al llamado zapatista para organizar la Convención Nacional Democrática y debatir sobre un nuevo estado mexicano. Desde 1985 se generó una gran movilización social motivada por la solidaridad frente al terremoto y fue la semilla de esa movilización que más tarde respondió al levantamiento zapatista.

Pero también el racismo y los esteriotipos que este conlleva, llevaron a muchos a pensar que era imposible que los indígenas se levantaran en armas y reivindicaran sus derechos civiles, políticos, económicos y sociales. Solo podían explicarlo pensando que alguien "no indígena", Marcos, los estaba manipulando, y que solo se trataba de una cuestión de dinero, es decir con ponerles hospitales, escuelas y darles alimento, todo estaría arreglado.

Esta visión simplista impide apreciar el gran cambio de las demandas económicas y sociales a las que se une la "dignidad" y los derechos culturales, implicando que lo importante para resolver sus demandas no es solo que "tengan" un hospital, escuela o alimentos, sino cómo se llega hasta ahí, cómo logramos que estos pueblos tengan un hospital o una escuela decidiendo ellos mismos y desde su cultura dónde los quieren, cómo quieren organizarse para construirlos, etc.....

IRENEES

Cuales han sido los obstaculos mas grandes que usted ha encontrado para trabajar por el respeto de la dignidad de cada persona en Mexico ?

MARINA PAGES

Los mayores obstáculos se han producido al encontrarnos en un conflicto de guerra de desgaste que ha producido una fuerte polarización de los actores involucrados en el conflicto chiapaneco. Este factor obliga a que cada persona deba posicionarse por uno de los actores entendiendo que existe una irremediable confrontación entre ellos. Es decir "o estás conmigo, o estás contra mí".

Particularmente, SIPAZ se ha caracterizado por mantener contacto con todos los actores políticos y eso en algunos casos ha llevado a opinar que no existía un verdadero posicionamiento. Es decir, acá la línea entre la neutralidad y la independencia política es muy fina cuando no estás asumiendo la bandera política de ninguno de los actores implicados.

En la realidad cotidiana esta polarización no la encontramos solamente en las comunidades indígenas sino también entre las organizaciones sociales y políticas que trabajan sobre el terreno.

Por otro lado, a nivel más personal, también influye a la hora de trabajar con personas de comunidades el racismo al que se han visto sometidos durante siglos y que es costoso eliminar todos los problemas que a nivel de autoestima tienen muchas personas que aún se sienten en muchas ocasiones inferiores por hablar otra lengua diferente al castellano, y que, por el mismo motivo, siguen estando infravaloradas por muchas otras personas.

IRENEES

Cuales considera usted que son los desafios mas importantes para seguir construyendo la paz en Mexico ?

MARINA PAGES

En estos momentos y centrándonos más en el conflicto Chiapaneco (que, evidentemente no es la paz en todo México) serían necesarias acciones reales por parte de las autoridades federales que permitieran la reanudación de un diálogo incluyente en el que se retome el espíritu de los Acuerdos de San Andrés y se busquen las formas para poder construir un estado en el que se reconozca el derecho de autodeterminación de los pueblos y por tanto, que responda al multiculturalismo de la sociedad que pretende organizar. Implicaría por tanto, aprobar la ley COCOPA a nivel formal, y por tanto, adecuar realmente la organización e instituciones estatales al reconocimiento de los derechos colectivos de los pueblos indígenas.

También es necesaria la desmilitarización del territorio chiapaneco.

Para poder hablar de paz, es necesario el cumplimiento efectivo no solo de los derechos civiles y políticos, sino también los derechos económicos, sociales y culturales. No se podrá hablar de paz mientras no exista justicia social y mientras la diferencia étnica siga siendo sinónimo de marginalidad.

En este sentido, es más claro la necesaria reforma de los proyectos económicos neoliberales que imponen un modelo económico y social sin dejar lugar al derecho de los pueblos a decidir su propio desarrollo económico que no tiene por qué estar basado en el mismo paradigma que el neoliberal. Es por tanto necesario se empiece a reconocer la "otredad", es decir, a reconocer a quienes pueden tener otra forma de ver la vida tanto a nivel político, social, económico y cultural, y dialogar para poder establecer unas nuevas bases a partir de las cuales establecer un nuevo estado-nación plural y no homogéneo.

IRENEES

Cuales considera usted que son los desafios mas importantes para la paz en el mundo actual ?

MARINA PAGES

Aunque Chiapas y México solo sean una pequeña porción del planeta, pensamos que la falta de paz en el mundo entero obedece a las mismas causas que generan un conflicto a escala menor. Es decir, mientras la decisión sobre las políticas económicas y estratégicas a nivel mundial siga decidiéndose en instancias supranacionales, alejadas de la capacidad del ciudadano a participar en ellas, seguirá existiendo una exclusión primordial que es la que consiste en decidir a nivel individual y colectivo sobre el proyecto de vida y de sociedad en la que se desea participar. Hemos de empezar a ver la diversidad como un enriquecimiento y no como un problema. La multiculturalidad no es el problema, sí lo es establecer estructuras nacionales e internacionales que no la reconocen.

Es necesario, por tanto, a nivel mundial abrir espacios como ya se viene haciendo desde el nacimiento del Foro de Porto Alegre en el que la sociedad civil internacional vuelva a tener voz y capacidad de incidir en las políticas globales que afectan su cotidianidad.

Implica por tanto que debemos evolucionar hacia una verdadera democracia, "democracia radical" (Luis Villoro, filósofo mexicano) o "demo-diversidad" (Boaventura de Sousa Santos) en la que cada pueblo pueda desarrollarse política, económica, cultural y socialmente.