Concept file Dossier : Medios de comunicacion, Vida cotidiana y Programas de desarrollo para la construccion de paz en Colombia.

, Bogota, September 2005

Conceptos estratégicos sobre periodismo, guerra y paz en Colombia

La definición de ciertos conceptos claves sobre periodismo, guerra y paz en Colombia, puede ser útil para entender los procesos que se llevan a cabo en sus múltiples relaciones.

Para poder entender como se construyen las dinámicas del campo medios de comunicación, conflicto armado y paz en Colombia, es necesario poder tener un acercamiento a varios conceptos base que ayudan a comprender mejor porque las rutinas, los productos y el impacto en las audiencias se dan de determinada manera en la sociedad colombiana.

En este sentido, es interesante revisar los aportes que nos brinda la investigación “Periodismo, guerra y paz. Campo intelectual periodístico y agendas de la información en Colombia”, que fue realizada en el año 2002 por un grupo académico de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, Colombia. El director de la investigación fue Jorge Iván Bonilla Vélez, como coinvestigador estuvo Catalina Montoya, y contó con el apoyo de un grupo de investigación conformado por : Andrea Cadelo, Camilo Tamayo, Ana María Montaña, Marcela Sanabria, Carlos Solano y José Alejandro Cepeda.

Este estudio maneja varios conceptos, miremos algunos. El primer concepto es el de régimen de visibilidad, tomado del autor Gerard Imbert, que se define como la escenificación y puesta en imagen de la violencia, o también como el espacio de publicidad en el cual los sujetos intervienen y disputan los temas de agenda y el modo como deben ser representados. Este concepto se refiere a la manera como los actores que se encuentran inmersos en una guerra o conflicto, buscan a través de los mensajes, ganar un lugar de aparición, un lugar de “visibilidad” a través del cual puedan hacer público su discurso, su intencionalidad.

Este régimen de visibilidad, en momentos de guerra o de paz, se convierte en un régimen de visibilidad opaco en donde se presenta ambigüedad dentro de la comunicación y en las representaciones del conflicto, de la paz y de sus actores. En suma, en este régimen opaco, la comunicación se ve permeada por las lógicas de la guerra, de la paz y de sus actores, adquiriendo un status estratégico en la medida en que cada uno de los bandos buscará emitir información guiada que permita encubrir sus intenciones reales y desvirtuar las del enemigo. Esto se entiende partiendo de que mientras las agendas informativas de los medios de comunicación buscan hacer visible la guerra o la paz, los guerreros intentan a toda costa hacer invisible sus acciones y decisiones, por lo menos las que no les favorecen, las que no quieren exponer a la visibilidad de todos y por tanto al debate público.

Al ser reconfigurado entonces lo público y lo privado de acuerdo a la anterior dinámica, la información se convierte en un campo de negociación y de lucha estratégica por el control de las significaciones. Los diferentes actores del conflicto, entonces, llevan a cabo disputas, tanto políticas y sociales como económicas, con el fin de legitimar su discurso en la esfera pública. Es claro que dentro de un conflicto la información es vista como un recurso escaso y estratégico, a través del cual se gestionan significados y se produce sentido, razón por la cual es evidente que los agentes con capacidad comunicativa –como los periodistas, individuos, grupos e instituciones - busquen administrar la información de acuerdo a sus necesidades con el fin de hacer parte de ese régimen de visibilidad que se establece en momentos de conflicto.

Otro concepto definitivo es el denominado como gestión comunicativa de la guerra y la paz, para explicar cómo en momentos de guerra se utilizan estrategias como el secreto, la censura o la saturación de información, para movilizar la mente y los corazones de los ciudadanos a favor de una causa o sector específico. Vale la pena anotar que las principales formas a través de las cuales se ha hecho visible la gestión comunicativa de la guerra y la paz de forma controlada, ha sido la propaganda y la guerra psicológica. La propaganda tuvo sus primeros usos en el desarrollo de la Primera Guerra Mundial y se constituyó como un conjunto diverso de herramientas, estrategias y mecanismos destinados a públicos específicos para influir en sus mentes y corazones, y para que sean encaminadas hacía determinados cursos de acción. Del concepto de propaganda se desprende también el de censura, definido como el control y selección de lo visible, en el sentido de que el ocultamiento de algunos hechos favorecen la visibilidad o exacerbación de otros.

En cuanto a la guerra psicológica, se considera como la evolución o el reemplazo de la propaganda. Fue utilizada primordialmente en la Segunda Guerra Mundial, y fue definida como el uso planificado de la propaganda y otras acciones orientadas a los corazones y a las mentes para generar opiniones, emociones, actitudes y comportamientos en grupos extranjeros, enemigos, neutrales y amigos, de tal modo que apoyen el cumplimiento de fines y objetivos nacionales. La guerra psicológica se orientó más que todo a transmitir comunicaciones con el fin de persuadir al enemigo hasta el punto de tratar de desmovilizarlo, y fortalecer el entusiasmo de la propia tropa.

El fin de la Guerra Fría trajo consigo la emergencia de una nueva forma de gestión comunicativa que se desarrolló en las guerras que le siguieron a ésta. Es el caso de las nuevas guerras, presentadas como conflictos ligados a confrontaciones de carácter nacionalista y definido por una política de identidades hecha desde arriba, aprovechando los prejuicios populares que surgen de la desintegración progresiva del Estado moderno y las clases políticas establecidas. En las nuevas guerras, se combina la guerra revolucionaria y las tácticas de contrainsurgencia en nuevas formas brutales de combate que buscan el control territorial mediante el control político.

Otra de las transformaciones importantes que empezaron a desarrollarse a partir de la Guerra de Vietnam en cuanto a la gestión comunicativa, fue el control y el managment de la información. El managment consiste en partir del control político y militar para determinar el uso concreto que se le va a dar a la información de acuerdo con los intereses en juego dentro de la dinámica de la guerra y la paz. Se busca lograr una aceptación de la guerra basándose en la invisibilidad mediática, es decir, en el ocultamiento de hechos importantes a través del manejo estratégico de la información.

Dentro de este manejo presente en muchas guerras, juega un papel muy importante los pools informativos, sistema a través del cual las autoridades deciden que periodistas informan y sobre que hechos específicos lo hacen; incluso, ellos mismos escogen las imágenes que se deben presentar al público. La lucha estratégica de los actores inmersos en el conflicto por el control de las significaciones, se traduce también en la lucha de los actores por acceder a las agendas informativas, validada en la medida en que estos reconocen la capacidad que tienen los medios de comunicación para ocultar o hacer visible las causas, motivaciones y estrategias de su lucha. Este poder mediático es trascendental para su posicionamiento dentro del campo de la información y para su reconocimiento dentro de la esfera pública, ya que a través de éste es posible crear marcos de interpretación que les permiten controlar las representaciones simbólicas de la sociedad, es decir, ser vistos de determinada manera de acuerdo a sus intereses particulares.

Por esta razón, es necesario entender al periodismo como un campo intelectual y profesional en el que existen relaciones de autoridad, dominación, legitimidad, credibilidad oposición, autonomía y consenso entre sus integrantes, quienes están en una lucha constante por definir los temas verdaderamente importantes y trascendentales para el campo. De acuerdo con esta concepción del periodismo, es necesario entender como en “estados de guerra” se pone en juego su estabilidad y credibilidad, debido a que se convierte en un objeto de disputa, por su mismo insumo de información estratégica y por sus repercusiones sociales e históricas.

Comentario:

La relación y correlación de estos conceptos con las dinámicas sociales, permite un acercamiento mucho más complejo y estructurado a la relación medios de comunicación, conflicto armado y paz en Colombia. Al tener presente que estos conceptos son la base para comprender la dinámica propia del campo, nos lleva a concluir que el ejercicio periodístico y la información son lugares estratégicos por donde pasan la mayoría de significaciones del conflicto y la paz en Colombia.

El retomar estos conceptos y ligarlos a la historia misma de los procesos de construcción simbólica que realizan los medios de comunicación, nos permite explorar y pensar que en sociedades, como la colombiana, la construcción de los consensos sobre la paz y la guerra son resultado de una lucha intrínseca por el poder simbólico. En la medida en que los procesos comunicativos se transformen, se podrán transformar igualmente la forma como se hacen publicas o privadas las representaciones del conflicto y la paz en Colombia.