El humanismo de los militares ecuatorianos en el último conflicto Ecuador-Colombia, marzo 2008

Debido al conflicto colombiano de violencia interna sostenida durante más de 45 años, Ecuador y este país vecino han tenido varias desavenencias respecto al respeto de la soberanía ecuatoriana. Sin embargo, ningún episodio anterior ha tenido la magnitud y gravedad como aquel ocurrido el 1ero de marzo de 2008. El ejército colombiano violó el territorio ecuatoriano con el fin de eliminar a “Raúl Reyes”, líder de las FARC, quien pernoctaba en un campamento situado a tres kilómetros de la frontera norte con Colombia (sector del Putumayo).

La presencia de las FARC en la frontera ecuatoriana se debe a dos razones:

• A la deficiente acción del gobierno colombiano para controlar la presencia de las FARC en el territorio colombiano (específicamente en las fronteras).

• A la imposibilidad – por razones de características geográficas - de tener un control absoluto en esa zona de vegetación tupida.

El Ecuador, al declararse neutral frente al conflicto interno colombiano, no tiene como objetivo la persecución de las FARC, aunque trabaja para identificar y desmantelar campamentos clandestinos en territorio ecuatoriano de este grupo beligerante.

Además de incursionar con helicópteros que bombardearon el campamento situado en territorio ecuatoriano, luego invadieron el Ecuador para retirar algunos cadáveres y probablemente liquidar a miembros de las FARC todavía heridos. El gobierno colombiano afirma, que (en una tercera invasión territorial) encontró cuatro computadores en perfecto estado, con documentos que vinculan a las FARC con los gobiernos ecuatoriano y venezolano.

Las acciones del presidente Uribe, explicitan el trato que su gobierno les da a las FARC como grupo terrorista (aunque no existe un consenso mundial respecto a calificar de esa forma a este grupo). Por añadidura, establece un comportamiento en el que quienes pertenecen a este grupo no tienen derechos, ni como prisioneros de guerra, por lo cual, procedió a ejecutar a los guerrilleros que habían quedado vivos después del bombardeo y a abandonar a las mujeres heridas, violando así el Convenio III de Ginebra.

Es decir, según estas acciones del gobierno colombiano, existen dos tipos de seres humanos:

• Los terroristas, quienes no tienen ningún derecho y merecen ser ejecutados inmediatamente ;

• El resto del mundo, que en teoría estamos protegidos por los derechos humanos.

Valga recalcar, que los grupos paramilitares (Autodefensas Unidas de Colombia), no entran en la calificación de terroristas, por lo cual, las muertes que ellos causan, son toleradas y saludadas por el gobierno colombiano.

En el inicio del conflicto, el presidente de Colombia, Álvaro Uribe, llamó al Presidente ecuatoriano, Rafael Correa, para comunicarle que habían realizado una persecución “en caliente” y habían eliminado un campamento de las FARC en territorio ecuatoriano. Sin embargo, más tarde, el gobierno ecuatoriano determinó que la información era falsa: los miembros de las FARC habían estado durmiendo cuando fueron atacados, algunos de ellos tenían tiros en la espalda, y habían tres mujeres heridas que habían sido abandonadas después del bombardeo.

De esta manera, el ejército colombiano había violado, además del soberanía territorial ecuatoriana, entre otros, los artículos 3 y 13 del Convenio III de Ginebra que establecen que:

• Artículo 3 : “Se prohíben, en cualquier tiempo y lugar, por lo que atañe a las personas arriba mencionadas:

  • a) los atentados contra la vida y la integridad corporal, especialmente el homicidio en todas sus formas, las mutilaciones, los tratos crueles, la tortura y los suplicios;

  • b) la toma de rehenes;

  • c) los atentados contra la dignidad personal, especialmente los tratos humillantes y degradantes;

  • d) las condenas dictadas y las ejecuciones sin previo juicio ante un tribunal legítimamente constituido, con garantías judiciales reconocidas como indispensables por los pueblos civilizados”.

• Artículo 13 : “Los prisioneros de guerra deberán ser tratados humanamente en todas las circunstancias. Está prohibido y será considerado como infracción grave contra el presente Convenio, todo acto ilícito o toda omisión ilícita por parte de la Potencia detenedora, que comporte la muerte o ponga en grave peligro la salud de un prisionero de guerra en su poder”.

El ejército ecuatoriano ha encontrado hasta el momento 25 cadáveres. Respecto a las tres mujeres que fueron halladas con heridas y que habían sido abandonadas en el campamento bombardeado, el ejército ecuatoriano procedió a transportarlas al Hospital Militar, situado en Quito, respetando, entre otros, los artículos 3, 14 y 15 del mencionado convenio:

• Artículo 3 : “En caso de conflicto armado que no sea de índole internacional y que surja en el territorio de una de las Altas Partes Contratantes, cada una de las Partes en conflicto tendrá la obligación de aplicar, como mínimo, las siguientes disposiciones:

  • 1) Las personas que no participen directamente en las hostilidades, incluidos los miembros de las fuerzas armadas que hayan depuesto las armas y las personas puestas fuera de combate por enfermedad, herida, detención o por cualquier otra causa, serán, en todas las circunstancias, tratadas con humanidad, sin distinción alguna de índole desfavorable, basada en la raza, el color, la religión o la creencia, el sexo, el nacimiento o la fortuna, o cualquier otro criterio análogo.

  • 2) Los heridos y los enfermos serán recogidos y asistidos”.

• Artículo 14 : “Los prisioneros de guerra tienen derecho, en todas las circunstancias, al respeto de su persona y de su honor. Las mujeres deben ser tratadas con todas las consideraciones debidas a su sexo y, en todo caso, se beneficiarán de un trato tan favorable como el que reciban los hombres”.

• Artículo 15 : “La Potencia detenedora de los prisioneros de guerra está obligada a atender gratuitamente a su manutención y a proporcionarles gratuitamente la asistencia médica que su estado de salud requiera”.

Sin embargo, más allá del respeto al Convenio III, hubo un acto individual y anónimo que merece ser destacado. El padre de una de las mujeres heridas en el bombardeo, Juan Morett, explicó a la prensa, que cuando un soldado del ejército ecuatoriano, le informó a su hija Lucía, que no podrían trasladarla a un hospital ese mismo día, pero que podía asistirle en lo que ella necesitara, ella le pidió que le tomara la mano pues sentía mucho miedo. El soldado ecuatoriano le tomó la mano toda la noche, hasta que pudieron sacarla de ese lugar. El señor Juan Morett, conmovido por esta acción hasta las lágrimas, dijo que estaba sorprendido por la “calidad moral y ética tan importante” de este soldado, “por su calidad humana”.

En el Ecuador, la ciudadanía y las Fuerzas Armadas seguimos pensando que la paz es la única salida a los conflictos. Y pese a la guerra mediática y diplomática que ha instaurado el gobierno colombiano para ligar al Ecuador con las FARC (como protectores o financistas), el ejército ecuatoriano sigue respetando los convenios internacionales de Derecho Humanitario, y mostrando una actitud de integridad ética por sobre todas las cosas.

Commentario

En el Ecuador, la ciudadanía y las Fuerzas Armadas seguimos pensando que la paz es la única salida a los conflictos. Y pese a la guerra mediática que ha instaurado el gobierno colombiano para ligar al Ecuador con las FARC (como protectores o financistas), el ejército ecuatoriano sigue respetando los convenios internacionales de Derecho Humanitario, y mostrando una actitud humana por sobre todas las cosas.

Notas

• Sitio: Todas las citas del Convenio III de Ginebra fueron tomadas del sitio: www.unhchr.ch/spanish/html/menu3/b/91_sp.htm

• El testimonio de Juan Morett, fue emitido en RADIO LA LUNA, 99.3 FM el pasado lunes 10 de marzo durante el noticiero de la mañana.