Camilo Andrés Tamayo Gomez, Estefania Colmenares, Juan Pablo Bazzani, Colombia, janvier 2006
Entrevista al señor Jorge Iván Bonilla Vélez.
Jorge Iván Bonilla Vélez es investigador de la Pontificia Universidad Javeriana de Colombia y director de la investigación “Periodismo, Guerra y Paz : Campo intelectual periodístico y agendas de información en Colombia”.
En el periodismo colombiano nadie quiere morir como héroe
CINEP
Quiere presentarse, por favor
JORGE BONILLA
Mi nombre es Jorge Iván Bonilla Vélez, soy comunicador social y periodista de la Universidad Pontificia Bolivariana y magíster en Comunicación de la Pontificia Universidad Javeriana. En estos momentos soy profesor asociado del Departamento de Comunicación de la Pontificia Universidad Javeriana y Director de la Maestría en Comunicación. Actualmente dirijo el grupo de investigación “Comunicación, medios y cultura” de dicha institución y he publicado recientemente dos libros “Media, violence and terrorism” y “La televisión del conflicto. La representación del conflicto armado en los noticieros de televisión”. Analizo las relaciones de la comunicación con la política principalmente.
CINEP
Una de las afirmaciones que usted realiza en sus escritos es la compleja relación de los medios de comunicación en contextos de conflicto armado ¿A qué se refiere con la aseveración de que en algunos momentos los medios de comunicación han sido utilizados como idiotas útiles y cajas de resonancia en el conflicto colombiano?
JORGE BONILLA
Lo que hago es describir críticamente una posición según la cual los medios de comunicación, para el sector más conservador del análisis de medios, en tiempos de guerra y en contextos de conflicto armado siempre sufren la posibilidad de ser manejados por otros, de ser utilizados por otros. Entonces ese es el concepto que se ha trabajado, que es el concepto de cajas de resonancia y el de idiotas útiles. Pero yo me aparto de esos dos conceptos, los abordo diciendo como se ha tematizado el campo intelectual y profesional periodístico en Colombia a partir de dos conceptos que han tomado carrera y que son dos conceptos hegemónicos pero frente a los cuales tengo una mirada critica.
Cuando uno asume que los medios de comunicación son idiotas útiles y los periodistas pueden ser idotas útiles o cajas de resonancia lo que se esta asumiendo es una perspectiva, digamos una posición social según la cual los medios de comunicación están mas allá de la sociedad y sus conflictos, que son instituciones que no se pueden tocar, y que en ese sentido lo que hacen es reflejar la realidad; pero que al reflejarla hay unas manos oscuras y unas fuerzas oscuras que los utilizan y que ellos se convierten también en cajas de resonancia. Lo de idiotas útiles y cajas de resonancia son unas miradas muy conservadoras a la hora de entender el papel de los medios en una sociedad.
CINEP
Para usted, ¿cómo los medios de comunicación crean marcos de interpretación y representaciones en medio del conflicto armado colombiano?
JORGE BONILLA
Concretamente a través del producto que el periodismo hace. Me estoy refiriendo digamos a los medios de comunicación informativos y a un ámbito concreto de esos medios que es el periodismo y a una profesión concreta que son los periodistas. ¿Cómo lo hacen? evidentemente con la información. Lo que pasa es que la información no solamente describe, refleja, habla, dice la realidad como es… la información también, contiene unas formas de entender la realidad, tiene unos recortes selectivos para dar cuenta de ella y, en ese sentido, es que construyen marcos de interpretación.
Un poco la mirada nuestra frente a la realidad es una mirada que siempre esta mediada por la manera como nosotros interpretamos esa realidad a través del lenguaje. Para el lenguaje de los medios de comunicación y de los periodistas es un lenguaje que se traduce en una cosa que se llama información, que tienen unas reglas de juego, que tienen unos códigos de enunciación, que tienen unos dispositivos de construcción: títulos, lenguaje claro, dar cuenta de que sucede, donde sucede, que tiene unos rituales de construcción… y en eso es donde uno dice que evidentemente producen unos marcos de interpretación y unas representaciones de la realidad, en la medida en que la realidad, hablar de política, hablar de paz, son unos conceptos abstractos, y son conceptos a los cuales uno los significa, los arropa los construye mediante el lenguaje y eso es una mediación fundamental que construye ordenes simbólicos para dar cuenta de esa realidad.
CINEP
Desplazándonos un poco de los medios de comunicación, para usted, ¿cómo intervienen los otros actores en la construcción de esos marcos de interpretación?
JORGE BONILLA
Nosotros asumimos que la sociedad no es un todo armónico, que la sociedad no es una isla de armonía social, que la sociedad, y sobre todo las sociedades en que vivimos, son sociedades donde ha desigualdades pero no solamente económicas sino también simbólicas, y que en esa sociedad y sus conflictos, la sociedad se caracteriza porque configura unas esferas públicas de conversación, de debate, de discusión, de circulación de los contenidos simbólicos de la información, etc.
Y que en esa esfera pública los medios de comunicación y los periodistas ocupan un lugar muy importante, especializado, preponderante, pero no son los únicos… porque los periodistas al vivir en una sociedad que es conflictiva, luchan y están en relación con otros actores sociales contra los que los medios de comunicación compiten. Esos otros actores sociales son los políticos, los empresarios, los ciudadanos, pero también en el caso del conflicto armado son los guerreros, que también tienen marcos de significación y también tienen modos de comprender la realidad, y que también luchan por que esos modos de comprender la realidad logren hegemonía en la esfera publica.
CINEP
Uno de los elementos que usted plantea en sus escritos es que en momentos de conflicto se generan regimenes de visibilidad opacos, para describir la tensión que se genera por aparecer de determinada manera en la esfera pública los actores sociales y como se “ocultan” algunos como resultado de esta lucha. ¿El régimen de visibilidad opaco es sinónimo de censura entonces?
JORGE BONILLA
Si y no, es mas complicado que censura, por que la censura nos habla menos de un régimen de visibilidad opaco. La censura lo que nos habla es de posiciones muy concretas y muy de claro oscuro. Cuando uno habla de un régimen de visibilidad que esta gobernado por la censura, uno habla de un régimen de visibilidad donde las cosas no se pueden decir. Cuando uno habla de un régimen de visibilidad opaco, uno habla de que las cosas se pueden decir, pero a medias, o que las cosas hay que buscarlas no tanto en lo que se dice de ellas sino en lo que se oculta.
Entonces, el régimen de visibilidad es lo que permite dar cuenta de cómo en tiempos de conflicto o en contextos que están caracterizados por conflictos armados, por guerras, por procesos de hostilidad y de terror, el régimen de visibilidad no necesariamente esta gobernado por la censura, que es lo mas fácil, la censura es lo que determinaría regimenes de visibilidad donde hay un poder de facto autoritario, uniformado, que dice qué es lo que se publica y qué no se publica… qué se emite y qué no se emite. En el caso colombiano uno asiste a un régimen de visibilidad muy opaco donde la censura no es lo único que impera, digamos la censura es lo que impera menos.
CINEP
Un especial interés nos surge cuando usted plantea que los medios de comunicación son “arenas centrales” donde luchan los actores sociales por aparecer según su interés, para usted, ¿los medios de comunicación son sólo arenas de lucha o también son actores dentro del conflicto?
JORGE BONILLA
Lo que pasa es que si uno dice “actores en el conflicto” estaría asumiendo un vocabulario en el que se ubica a los actores de un conflicto armado. Entonces evidentemente los medios no son actores del conflicto armado en la medida en que: primero, no son actores armados; segundo, incluso son actores que sufren las consecuencias de otros actores en el conflicto. Al concebir la sociedad en términos de mirar cómo se producen, cómo circulan, cómo se negocian, cómo hay una lucha por la significación; entonces los medios y los periodistas si se asumen como actores fundamentales que pretenden que la significación que ellos hacen de la realidad, a través de unas reglas que se llaman la objetividad noticiosa y al estar en relación con otros, sea definitiva. Son actores en la medida en que la de ellos es “una manera” de dar cuenta de la realidad que está en relación o en contraposición de otras maneras.
Pero digamos que no son actores en el concepto clásico de como se entienden a los actores de un conflicto armado. Esto sucede con los periodistas, los periodistas son actores, para los medios pueden ser entendidos como arenas o como espacios de lucha, pero habría la diferencia entre la institucionalidad llamada medios, y los periodistas que pueden ser entendidos como unos actores que hacen parte de ese espacio de lucha.
Pero la lucha de los periodistas y de los medios no es una lucha a través de las armas, es una lucha basada en el discurso y esa lucha puede estar en relación más con unos actores que con otros. Por ejemplo, las elites gobernantes o el poder político y el económico son unos actores que al ser propietarios de los medios, al establecer el control económico y político de los medios ejercen mucha influencia en la manera como los periodistas dan cuenta de la realidad, lo cual cuestiona ese modelo de objetividad informativa. En ese sentido son arenas de lucha en las cuales unas formas de ver la realidad están más en relación con las elites políticas y económicas, se corresponden también a unas miradas “de ver” la información que corresponden a los medios y a los periodistas, pero no es tan causa efecto.
CINEP
Hay un planteamiento muy interesante que ustedes desarrollan que la titulan “gestión comunicativa de la guerra” ¿a que se refieren con este planteamiento?
JORGE BONILLA
Eso tiene que ver con que si uno asume el modelo de esfera pública competitiva, en la cual aparecen diversas instituciones, diversos actores que luchan por el acceso y la significación, hay una que resulta la hegemónica. En esta situación se dice que los periodistas ocupan un lugar muy importante pero no el único, y los únicos propietarios de la palabra pública no son los medios ni los periodistas. Ahora, los medios y los periodistas se diferencian de otros actores en que al ser delegados por la sociedad para que la informe acerca de cómo va la sociedad, los periodistas asumen unas lógicas informativas según las cuales la información es presentar los hechos, dar cuenta de los hechos, ubicar a los espectadores en esos hechos, y en ese sentido lo que hace es una mirada no interesada entre comillas de la realidad.
En la medida en que hay un paradigma fundamental que es el de la objetividad periodística, así algunos periodistas digan que eso no existe, toda su carrera esta basada en este paradigma. Primero, porque los periodistas se basan en hechos, es un elemento fundamental de la objetividad; segundo, porque se basan en fuentes, otro elemento fundamental de la objetividad; tercero, porque se basan en convenciones que es la de la noticia, a pesar de que eso hoy en día este revaluado.
Al hacer esto, los periodistas nos dicen que esa es una visión desinteresada de la realidad, versus los políticos, los guerreros, los empresarios, los ciudadanos que si tendrían miradas interesadas y por tanto gestionan desde su punto de vista y les dicen a los periodistas a través de oficinas de comunicaciones, ruedas de presa, comunicados de prensa, que ellos también pueden dar cuenta de la realidad, de modo que el punto de vista de estos otros actores cada vez mas se cuelen en las agendas de los periodistas, por que uno piensa que el periodismo se basa en hechos, pero cada vez mas se están basando en reacciones.
Digamos, dentro de la teoría periodística, hay unos presupuestos, primero que el periodismo se basa en hechos, segundo que los hechos ocurren en cualquier momento y no se pueden prever. Pero cada vez más los hechos si se están planeando, las ruedas de prensa se planean, los gobiernos se comunican con los ciudadanos a través de los medios de comunicación. Entonces son cada vez mas actividades planeadas, cada vez más hay una gestión de la palabra pública que tienen los poderes para que esa palabra se disperse en los ciudadanos a través de los medios, que son los que ayudan a que ella se disperse.
Y esa palabra publica se hace a través de circuitos, a través de planeación, muy exacta y muy completa que implica estrategias de marketing, dispositivos que planean muy bien acontecimientos que luego se convierten en noticias y que no pasan por hechos catastróficos ni dramáticos que son los inplaneables. Entonces a eso es a lo que se refiere la gestión comunicativa de la guerra: como los otros actores también posicionan su discurso y a si mismos a través de hechos cuidadosamente elaborados.
CINEP
¿A que se refiere usted con el termino “Softwar” que utiliza en algunas de sus apreciaciones?
JORGE BONILLA
Es un concepto que tomamos de Federico Montanari, que habla sobre las guerras modernas en términos de cómo cada vez más se narra la guerra a través ciertos dispositivos tecnológicos. El problema del periodismo y de la comunicación es como informar en tiempos de guerra. Lo que este concepto nos dice es que la comunicación y la información se convirtieron en tecnología a través de la cual se cuenta la guerra sin necesidad del periodismo, que es la tecnología de las maquinas inteligentes, la tecnología digamos de la alta infraestructura y capacidad tecnológica que tienen los armamentos inteligentes. De la manera como las guerras de hoy cada vez más se hacen a través de maquinas y aparatos muy inteligentes que incluso plantean la no necesidad del ser humano.
El softwar lo que se refiere es a todo este tipo de guerras libradas no por hombres si no por maquinas que se relacionan más al modelo de soldado universal o al modelo de clones o al modelo de toda esa iconografía de los terminators, pero sobre todo a la del soldado universal.
CINEP
Después de escuchar todo lo anterior, para usted ¿cuál ha sido el papel de los medios de comunicación dentro el conflicto armado colombiano?
JORGE BONILLA
No ha sido un papel homogéneo, es un papel que ha sufrido también transformaciones. Es un papel que no ha sido durante todo el tiempo el mismo. Concretamente desde los procesos de paz en 1982 con Belisario Betancur el periodismo pensado de esa fecha hasta aquí no ha sido el mismo, pero se han ido configurando una serie de temáticas convergentes que se pueden leer hoy y se pueden leer hace 20 años.
Una de esas temáticas convergentes es el papel de la información en tiempos de guerra. Esta temática dice que somos unos actores protagonistas y en esa medida de acuerdo a la manera como informemos podemos mejorar o empeorar la situación. La segunda convergencia es que somos idiotas útiles y cajas de resonancia de los violentos y no violentos; y la tercera, sobre los estándares de calidad periodística, sobre la autonomía, la independencia y la libertad del periodismo para informar sobre conflictos armados sin estar alinderado a una u otra parte conservando de una u otra manera una independencia relativa.
El periodismo se mueve hacia unos ámbitos o vuelve y se desmarca hacia otros. Pareciera que con el gobierno de Uribe en los primeros años el periodismo se alinderó más hacia la posición gubernamental sobre que esta guerra se podía ganar. De hecho, hay algunas cadenas de televisión, sobre todo algunos canales de televisión, que tiene esa apuesta. Uno constantemente ve a Uribe como si fuera Fujimori, siempre esta la cámara de televisión siguiéndolo dando una donacioncita, diciéndole a la señora que no se preocupe por su casita… a eso es lo que me refiero.
Pero entonces no todos los medios de comunicación se han alinderado y también se encuentra por parte del periodismo que no hay un consenso unificado total ciento por ciento unánime sobre el papel que debe cumplir la información en tiempos de guerra. Ahí digamos el periodismo intenta reivindicar cierta autonomía relativa frente al poder político, económico e incluso frente al de los actores armados. Si ha habido una serie de hegemonía de voces de personajes, de periodistas, de canales, de cadenas, de emisoras, de empresas que pareciera que como son las que más duro hablan pareciera que allí se sintetizara todo el campo periodístico colombiano, y tampoco.
Es un periodismo que calla más de lo que informa, evidentemente porque yo si veo en el periodismo una constante fuerte y es que nadie quiere morir como héroe en ese sentido y entonces uno lo ve en las conversaciones informales. Y si hay una mirada muy critica a la manera como unos y otros están enfocando su posición y posicionamiento para ser fuertes frente a los otros. Pero lo que también se ve es que eso no se traduce en las noticias, evidentemente por que existen unas cuestiones de seguridad, riesgo y peligro en la que uno puede saber muchas cosas pero a la hora de comunicarlas hay un constreñimiento muy fuerte y a eso es a lo que yo me refiero con el régimen opaco, ya que no es un constreñimiento que viene de la censura legal formal sino que viene de una autocensura muy fuerte.