Angélica Ordonez, Ecuador, octobre 2005
Entrevista al General de las Fuerzas Armadas Arma de Artillería. Nairo Velasco. Servicio Pasivo
Las Fuerzas Armadas son mi orgullo
Al recibir el contacto para la entrevista, yo me sentí sumamente feliz, sumamente orgulloso de pertenecer a las Fuerzas Armadas, y a unas Fuerzas Armadas Latinoamericanas. Nos preparamos durante 35 o 40 años para la guerra. Yo, en lo particular, pertenezco a una generación victoriosa, por haber llevado a cabo la campaña del Cenepa (Guerra contra el Perú 1995). Allí nos levantamos victoriosos para solucionar un problema con nuestro hermano Perú.
Por lo tanto, soy un soldado realizado. Soy un soldado que se formó para evitar la guerra, porque la mejor guerra ganada es aquella que no se da. Que pena que tuvimos que estar en la campaña del Cenepa. Yo en la campaña del Cenepa no estuve aquí sino en Chile como Agregado Militar y luego en una Brigada en Patuca.
Lógicamente, cuando se retira uno, a la edad de 52 años, está en una plenitud física, mental e intelectual y con un gran bagaje acumulado a lo largo de la vida militar. El militar da apoyo al desarrollo y a las comunidades y sobre todo valorar lo que es la paz, sobre todo luego de 35 años de estar preocupados por la guerra, la guerra y la guerra.
Los militares que estamos al servicio pasivo somos los mejores generadores de ideas para mantener la paz porque podemos hacerlo, porque nos preparamos para eso.
El desarrollo de la comunidad: Ayudar a los más necesitados
Yo fui de una generación de Oficiales preocupados del desarrollo de la comunidad y sobre todo, por mejorar la situación económica de los jóvenes conscriptos. Pues los conscriptos son la gente más humilde de la vida militar. No son la gente de clase media ni pudiente. Son pobres. Yo creo que dimos un gran aporte porque lo que les enseñamos costumbres, honradez, pulcritud, ser diáfanos en su procedimiento.
En las Fuerzas Armadas dimos mucho apoyo al desarrollo. Me encantó hacer mucha vivienda. Si usted va por la frontera de la provincia de El Oro: Rumichaca, Huajabito, Huabillo, Cascabón, allí hemos trabajado. En todos esos pueblos hicimos como unas quinientas, seiscientas casas para la frontera, para la gente de pocos recursos. Tratando de incrementar el esfuerzo de la sociedad civil con el de los militares hicimos casas a bajo costo.
Por eso me apena ver que en Guayaquil les entregan casas de caña guadúa, un institución religiosa impecable. Es penoso pues la caña guadúa en el Ecuador es sinónimo de pobreza. La casa de caña guadúa durará unos cuatro años.
Mi labor actual junto al Municipio: El trabajo y organización continúa, sin presión de la guerra
Cuando me retiré, el General Paco Moncayo me invitó al Municipio para ser el Director de Forestación y Reforestación.
Mi función actual es forestar y reforestar todo el área del Municipio de Quito, el área de las cuencas de los ríos, el área urbana y los afluentes del Río Machángara. Hemos entregado 3 500 000 árboles.
Así mismo, soy Superintendente de EMASEO (Empresa Municipal de Aseo). Soy el que dinamiza los procesos para el relleno sanitario y la estación de transferencia. Debo ver con una visión de futuro lo que se puede hacer con la basura. Tal vez podemos generar energía con la basura, pues estamos enterrando mucho dinero.
Nosotros, desde que estamos en la Escuela Militar, el perfil que tenemos es el de subteniente, quien está cobijado por un bagaje de conocimientos de cuatro años.
Después de esto, se recibe un curso avanzado no sólo en materias militares sino materias como economía, administración de empresas. Uno está capacitado para cuando se retira del ejército.
Tenemos la Academia de Guerra. Es un año que debe realizar de educación a distancia y dos presenciales. Luego tenemos el Instituto Nacional de Guerra, el de Altos Estudios Nacionales.
Todo el tiempo nos estamos preparando. Al final de la carrera, con el grado de Coronel o General, estamos plenamente capacitados para administrar.
De cómo decidí ser militar: Tradición de familia
Yo soy de Tulcán. En la sala de mis abuelos miraba unas fotografías donde estaban el General Eloy Alfaro y los Generales Arellanos. Los generales Arellanos eran tíos bisabuelos míos. Siempre se impregnó en mí esa imagen de militar. Vivía frente al cuartel todo el día y todos los días escuchaba la trompeta. Veía que frente a mi casa los militares trotaban o corrían. Quise ser la persona que mandaba. Así me llegó la idea de ser Oficial del Ejercito Ecuatoriano.
Mi experiencia resolviendo conflictos. Los ecuatorianos en el Ecuador
Cuando fui Comandante de la Cuarta División de Selva, había un problema en el límite entre Ecuador y el Perú en la región oriental. El lugar era un pueblito de quince casas. En el momento que se va a trazar la línea geográfica, se determina que estas quince casas estaban del lado peruano, pero ellos siempre tuvieron en la mente que eran ecuatorianos.
Es un problema que se trató tanto con el agregado militar, el cónsul, etc. Yo llego con el pase y me cuentan el problema gravísimo de las familias ecuatorianas que vivían en territorio peruano. Yo decidí que había que construir el pueblo del lado ecuatoriano. Me reuní con las 15 familias y les pregunté si deseaban rehacer su pueblo en el lado ecuatoriano y todas estaban de acuerdo. Al otro día llegué con todos los materiales, con un trabajo comunitario, esa comunidad y mis militares construimos las casas en 75 días, solucionando un problema de quince años. Si hay la actitud de las personas se pueden solucionar muchos problemas. Salvé el problema militar y el diplomático.
La vocería de los militares en servicio pasivo: necesitamos tener una voz
Los oficiales en servicio pasivo debemos tener una vocería militar, así como se tiene el foro petrolero, debe existir el foro de los oficiales en servicio pasivo. Yo estoy indignado pues se pretende decir que las Fuerzas Armadas son corruptas y no es así.
Las Fuerzas Armadas somos los miles de conscriptos, clases y oficiales. Gente transparente, honrada, no se puede juzgar a las Fuerzas Armadas por unos mandos que han fallado en los últimos 4 o 5 años. Esos mandos fallaron como personnes. La institución sigue gloriosa y seguirá siendo el pilar fundamental para nuestro país. Las Fuerzas Armadas nos debemos a la nación, al Estado. No nos debemos a ningún gobierno de turno.
Me emociona mucho tener una organización que siempre pensábamos. En el pasado, hice convenios con los círculos militares de los diferentes países latinoamericanos. Yo creo que sería muy bueno que exista una organización de las Fuerzas Armadas del mundo, con los militares de servicio pasivo.
La política debe respetar a la institución:
Las Fuerzas Armadas deben ser respetadas como organización y nadie debe incidir en las jerarquías o en los reglamentos. Tenemos reglamentos transparentes y diáfanos, siempre pensando en el bien común y no en cosas mezquinas ni esquivas. No debemos confundir a las Fuerzas Armadas con el manejo político. Somos una buena institución y otras instituciones deberían seguir nuestro ejemplo.
Porque no basta en el país con la institucionalización de las Fuerzas Armadas. Es necesario que todo el país este institucionalizado. Las Fuerzas Armadas son básicas y fundamentales para la transformación del resto de instituciones del país.
Las Fuerzas Armadas cuentan con mandos de buena preparación. No podemos juzgar la institución por dos o tres que sucumbieron ante las órdenes de intereses mezquinos. Las Fuerzas Armadas son la esencia del pueblo, de la clase media y es donde debe estar depositada la confianza del país.
El desafío del Plan Colombia:
Uno de los desafíos más grandes que tienen la Fuerzas Armadas es el plan Colombia, que a pesar que no hemos querido involucrarnos, estamos involucrados. El problema de la frontera, es la migración. Es necesario hacer un análisis global y hacer un planteamiento a Estados Unidos y Colombia. La migración se está dando. Necesitamos recursos económicos para asistir a los colombianos para que tengan buenas escuelas y colegios en el Ecuador. Tenemos que desarrollar las fronteras. Deben ser los polos de desarrollo, subsidiando, sin dejar que la frontera se abandone.
La paz existe cuando se genera fuentes de trabajo sino no hay recursos y la gente se aleja y es fácil presa de ser contratado por sicarios, por la guerrilla. Si dinamizamos la frontera con turismo, mejora de la vida de todos. No se están tratando los problemas en el sitio. Sino que, con informes que leen en un periódico, intentan hacer los análisis. Deberían tratar de entender a fondo el problema.