Fuerzas Armadas y Sociedad (Parte 1/3)

Entre más atrasadas, las sociedades son más inseguras. No obstante, sea cual fuere el grado de atraso de una nación, sus organizaciones militares deben velar por la seguridad en varios ámbitos.

• Cuando la naturaleza afecta a una población (por terremotos, erupciones volcánicas, epidemias, etc.), la capacidad institucional en su totalidad se pone al servicio de la prevención, reacción y atenuación de los efectos.

• Cuando la inseguridad es originada por conflictos con otros Estados, la organización militar y la diplomacia se convierten en los instrumentos principales de la política exterior.

• Si la amenaza resulta de los problemas internos, de corrupción o mal ejercicio del poder o degradación de la democracia, las Fuerzas Armadas deben corregir las tendencias negativas puesto que uno de sus roles es el de garantizar la institucionalidad legítima y el régimen de derecho. En caso de insurgencia subversiva, las Fuerzas Armadas evitan la exacerbación del enfrentamiento y permiten la continuidad del proceso político.

Tanto la represión como la justicia requieren de instancias. El sistema jurídico requiere de medios de represión de distintos grados. Si esta consideración se pasa por alto, se podrían generar un poder unidimensional y esquemas opresivos que atentan contra los derechos ciudadanos y la democracia. “Se necesitan diversos titulares dentro del monopolio estatal de la coacción para dosificar y equilibrar el empleo de la fuerza, bajo el imperio del derecho. Todo lo anterior demuestra la importancia de disponer, en el país, de unas Fuerzas Armadas institucionalizadas y democráticas, de raigambre y compromiso con la sociedad global, que actúen como un escudo frente a la arbitrariedad, el abuso de poder y la violencia, en apoyo a la defensa de los derechos políticos y económicos que la ley interna e internacional reconocen como inalienables para los seres humanos, sin distingos de razas, religión, región, fortuna o ideas políticas, y que están en el corazón de todo sistema de seguridad.” (p. 174)

Commentaire

El General Paco Moncayo Gallegos se desempeña en la actualidad como Alcalde del Distrito Metropolitano de Quito. Fue un reconocido militar mientras estuvo en servicio activo, llegando a comandar al ejército en la Guerra del Cenepa (1995). Cuando pasó a servicio pasivo, se involucró en política, llegando a ocupar el cargo de diputado. Como alcalde, también ha recibido reconocimientos nacionales e internacionales. Se le cataloga como uno de los representantes de militares ilustrados, por su nivel de estudios académicos y su aporte a la sociedad ecuatoriana. El General Moncayo pertenece a la misma generación de militares que han sido entrevistados para este dosier.

Notes

• Los contenidos de la presente ficha han sido tomados del libro “Fuerzas Armadas y Sociedad”, capítulo “Presente y Futuro de las Fuerzas Armadas Ecuatorianas”, de Paco Moncayo Gallegos. Esta ficha, refleja el pensamiento de cómo un militar ve el papel de las Fuerzas Armadas.

• El texto se cita literalmente en la ocasión señalada (p. 174)