Eduardo Alvarez Vanegas, Camilo Andrés Tamayo Gomez, Bogotá, août 2006
Esferas públicas e interpretación de la realidad : medios de comunicación y poder.
Desarrollo Humano para Colombia 2003, El conflicto, callejón con salida. Informe Nacional de Desarrollo Humano (INDH). Educación y Medios de Comunicación.
Réf. : VV.AA. El Conflicto, Callejón con Salida. Capitulo 18: Cambiar los imaginarios: educación y medios de comunicación. Informe Nacional de Desarrollo Humano para Colombia. Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo – PNUD. 2003. Disponible en: www.pnud.org.co/indh2003
Langues : español
Type de document :
El Informe de Desarrollo Humano para Colombia 2003 - “El conflicto, callejón con salida. Informe Nacional de Desarrollo Humano” - en el capítulo 18, hace un interesante análisis sobre el papel de la educación y los medios de comunicación en la conformación de imaginarios y mentalidades que sobre la paz y la guerra se establecen en Colombia. Uno de los elementos que más llama la atención son las nociones que utilizan para investigar la realidad social.
Para el estudio, la reconstrucción de la realidad del conflicto que llevan a cabo los periodistas está mediada tajantemente por el punto de vista individual, lo que nos lleva a problematizar la representación de lo bélico en los medios al primar lo subjetivo frente a lo objetivo. Dentro de esta realidad que construyen los medios, existen factores en los que los periodistas colombianos tienden a centrarse en el hecho violento y no en su contexto, brindando mayor importancia a los actores armados que a los desarmados y presentando principalmente fuentes gubernamentales.
“La fijación en la noticia tiende a crear una imagen errada acerca de los conflictos bélicos porque la noticia descontextualiza la violencia, la presenta como un hecho irracional, reduce a dos el número de bandos, pinta el conflicto en términos maniqueos, hace que la violencia parezca inevitable, omite las alternativas para resolver el conflicto, no analiza el impacto de la cobertura de la misma de los medios y confunde la paz con el fin de las hostilidades”; afirma puntualmente el texto.
Bajo este parámetro, el INDH resalta tres constantes de los medios de comunicación que distorsionan su interpretación de la realidad :
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La primera constante se puede categorizar bajo el nombre de reacción, no proacción. Es decir, que los medios de comunicación se han visto atropellados por la información del conflicto porque tienen una visión superficial, sesgada y, en algunos casos, elitista.
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Interés privado, no interés público es la segunda constante que nos presenta el informe, explicitando como los medios hacen parte de un juego de transacciones políticas y elitistas donde la visión de lo público queda relegada a un segundo plano ocultando su deber de formar en lo público.
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La tercera constante, simplificaciones equivocadas, nos hace ver que por momentos los medios de comunicación, motivados por intereses políticos, interpretan como un todo homogéneo la realidad fragmentada o viceversa. Es decir, lo interpretan sin profundizar en su carácter histórico o social planteando una preocupación esencial : ¿están preparados los periodistas para informar e interpretar hechos y acontecimientos que requieren cierta capacidad reflexiva y analítica?
El documento analiza igualmente los múltiples factores que intervienen en la realización de la noticia : la influencia que ejercen las lógicas de mercado de las empresas periodísticas, la presión de agentes externos (actores armados, gobierno, ejército), el establecimiento de agendas foráneas o la mala remuneración económica ; son algunos de estos factores determinantes donde se miden los criterios de selección y realización de una pieza periodística que afectan el cubrimiento informativo.
Commentaire
Los medios de comunicación enfrentan un importante reto : interpretar, relatar y contar los hechos y acontecimientos del conflicto y de la paz en Colombia. Reto que por cierto no deja de lado el “que hacer” periodístico como un oficio que simplemente informa sino que representa y moldea imaginarios. Hay que afrontarlo : lo que se conoce comúnmente del conflicto armado – fuera de ámbitos académicos e intelectuales - es gracias a los medios de comunicación ; y de ahí la preocupación sobre si sus agentes están lo suficientemente preparados e ilustrados sobre un proceso que exige un cuidado casi quirúrgico en el momento de ser relatado.
El conflicto no sólo se presenta y significa ; también se representa y resignifica. En este sentido, el contexto, la naturaleza de los diferentes actores, la comprensión de interacciones estratégicas entre estos y asumir que la violencia es racional y no un acto salvaje y inhumano (¿acaso lo es la codicia o el resentimiento?) deben ser líneas que marquen pautas de rigurosidad para el cubrimiento del conflicto. Los medios de comunicación no pueden ser instrumentos de diferentes sectores que detenten poder ; deben ser espacios abiertos donde confluyan todas las voces y todos los intereses para intentar, por fin, construir esferas públicas incluyentes, participativas y democráticas.