Diego Escobar, Bogota, Colombia, juillet 2003
Como renforzar la sociedad civil que busca la paz en Colombia con medios pacificos, un desafio para Colombia
La sociedad civil organizada colombiana no es unívoca, no es una sola, sino múltiple y con diversos intereses.
Usualmente se ha querido decir que en Colombia hay dos tipos de sociedad civil organizada.
Una que es la de los gremios, de los empresarios, que de una u otra manera concuerda con los objetivos del Estado, que plantea como una inherencia a las propuestas de fuerza para derrotar la violencia que se genera del otro lado. Esa sociedad creo que está andando al unísono con los postulados de Uribe.
Allí hay una diferencia con otra sociedad civil, que podría tener como un cierto tipo de organización, no tan fuerte (no tiene los mismos recursos), que intenta consolidarse como una alternativa, pero que todavía está embrionaria y no ha alcanzado un nivel de legitimidad frente a la opinión pública y espacios de discusión de sus propias ideas.
La primera sociedad civil que mencioné es una sociedad que es la dueña de los medios de comunicación, de las empresas, que tiene una conexión con el capital extranjero. Esta sociedad civil ha podido difundir las ideas que se preparan desde este gobierno, y en ese sentido la gran mayoría que votó por Uribe, votó pensando exactamente en eso, que la solución era rápida, aunque fuera de fuerza. Quizás no votó mucho, como sucede en este país, por su plan de gobierno, que va en contra de los pocos beneficios sociales que tenía el Estado de derecho, entonces hay una restricción de las libertades, una reestructuración del Estado que tiene que ver con el bueno o mal gobierno, lo que se llamaría la gobernancia. En concreto, no hay una definición muy clara de los objetivos, sólo hay como un propósito. Una gran mayoría votó por el propósito desconociendo de fondo los criterios.
En cuanto a la otra sociedad siempre se le ha identificado como algo alterno, como la justicia de una guerra revolucionaria, ese tipo de cosas. Pero no es cierto, está tratando también de demostrar que no es eso, y que quiere otro tipo de objetivos que están en construcción, y que hay como la posibilidad de ir empoderándola hacia eso. Pero la salida de fuerza no empieza en la población votante o en la no votante, porque eso habría que discernirlo en este país. La abstencion en este país, tradicionalmente e históricamente, ha sido muy grande. Eso significa una desinformación generalizada de los contenidos de lo político, una crisis de los partidos, y una crisis de legitimidad en todos sentidos, en todos los estatutos de la sociedad y del Estado. Significa por ejemplo que Uribe ganó con 6 millones de votos, pero con un total de votantes en este país de unos veinte millones y visto que en estas elecciones fueron aproximadamente unos once o doce millones a votar, entonces Uribe venció con el veinticinco por ciento del total de los votantes! Vemos claramente que existe una crisis de fondo de legitimidad.